Hasta en las flores existe la diferencia de suerte. unas embellecen la vida y otras adornan la muerte.
Hector Gongora
Está claro que los libros son propietarios de la tienda en lugar de al revés. En todas partes habían acabado tomando posesión salvaje de su hábitat, reproduciéndose y multiplicándose, y careciendo claramente de cualquier mano fuerte para mantenerlos a raya.
Agatha Christie
El azar es un milagro disfrazado.
Alejandro Jodorowsky
La felicidad consiste las más de las veces en saberse engañar.
Carlo Bini
La ciencia, a la postre, es dinamita: Hay signos de que los efectos de la revolución industrial pueden quedar pequeños al lado de los de la revolución psicológica, ¡y los luditas huelen ese tipo de efecto a una distancia de millas!
Hans Jürgen Eysenck
Esto es de juzgado de guardia.
José María García
No sé si es por el poder de Villar en la UEFA o por llevar UNICEF en las camisetas. No lo entiendo.
José Mourinho
Deja que se busque la vida el extranjero, ciudades solo son hormigueros.
Lírico
Como las ciudades en guerra, todas las mujeres tienen un flanco indefenso. Cuando se les descubre, la plaza se rinde inmediatamente.
Marqués de Sade
Nunca se dio el caso de conquistar un corazón por la fuerza.
Molière
Cuando alguien habla de lo rápido que olvidan los niños, lo rápido que perdonan, lo sensibles que son, dejo que me entre por un oído y me salga por el otro. Los niños son capaces de recordar, de sentir rencor y guardárselo y tratar a las personas que no les gustan con extrema frialdad.
Peter Hoeg
El filósofo es un hombre que desea discernir la verdad.
Platón
Europa está buscando; sabe que tiene en sus manos su propio futuro. Jamás ha estado tan cerca de su objetivo. Quiera Dios que no deje pasar la hora de su destino, la última oportunidad de su salvación.
Robert Schuman
Tan entrelazados con las virtudes están los vicios, que las arrastran consigo.
Séneca
En los casos de exterminios masivos de personas la población local no profesa un odio sanguinario contra las mujeres, los ancianos y los niños que van a ser aniquilados. Por ese motivo, la campaña para el exterminio masivo de personas exige una preparación especial. En este caso no basta tan sólo con el instinto de conservación: es necesario incitar en la población el odio y la repugnancia.
Vasili Grossman
Escoge un autor como escogerías un amigo.
Wentworth Dillon