La epidemiología ha salvado más vidas que todas las terapéuticas.
Héctor Abad Gómez
Es absolutamente imposible demostrarlo todo.
Aristóteles
Los hombres, abandonados a sus sentimientos evidentes, gustan que las leyes sean crueles, aun cuando, sujetos a las mismas, a cada uno de ellos le interesaría que fuesen moderadas, por ser mayor el temor de sufrirlas que los deseos de ofenderlas.
Cesare Beccaria
Lo único que puede librarnos del poder hipnótico del autoengaño es el valor para buscar y afirmar la verdad.
Daniel Goleman
Yo diría que el machismo, tanto en los hombres como en las mujeres, no es más que la usurpación del derecho ajeno. Así de simple.
Gabriel García Márquez
Y si te abrazo, es para sentir... Que a nuestro amor nunca podrán sacarlo de raíz.
Gustavo Cerati
Estamos, pues, ante una encrucijada sin salidas fáciles, porque el suelo en el que una nación florece y el tejido en el que su alma se expresa están deshechos.
Javier Sicilia
Yo no quiero noquear a mi adversario. Quiero pegarle, alejarme, y mirar como le duele. Yo quiero su corazón.
Joe Frazier
Ningún tirano haría progresos si no hubieren malvados que conducidos por el egoísmo y arrastrados por el torrente de la pasiones antisociales, no sirviesen de apoyo al trono erigido por los déspotas entre las ruinas de la virtud y derechos más augustos del hombre.
Juan José Castelli
El que nace pobre y feo, tiene grandes posibilidades de que al crecer se le desarrollen ambas condiciones.
Les Luthiers
Las vacas estaban sumidas en una existencia bestial que carecía dichosamente de profundidad espiritual: arrojar chorros de leche y mascar, cagar y mear, pacer y dormir, esa era toda su razón de ser.
Philip Roth
No son nube ni flor los que enamoran; eres tú, corazón, triste o dichoso.
Rosario Castellanos
Incluso en el trono se desgasta el pantalón.
Stanisław Jerzy Lec
A cada cual lo que se merece.
Ulpiano
Su cerebro se encontraba en perfecto estado. Seguro que el mundo tenía la culpa de que no fuera capaz de sentir.
Virginia Woolf
Esta vida es una lucha permanente, y la filosofía es el único emplasto que podemos aplicar a las heridas que de todas partes recibimos.
Voltaire