El pensamiento, no el dinero, es el capital real de los negocios.
Harvey Samuel Firestone
Si Amélie prefería vivir en sus sueños y seguir siendo una chica introvertida, estaba en su derecho, ya que malograr su vida es para todo ser humano un derecho inalienable.
André Dussollier
... el derecho de interpretar las leyes y de comunicar las respuestas de Dios estaba en poder de uno, mientras que el derecho y el poder de gobernar el Estado según las leyes ya explicadas, y las respuestas ya comunicadas estaban en manos de otro.
Baruch Spinoza
Nuestra imaginación es la que ve y no los ojos.
Benito Pérez Galdós
La vida debe ser una constante educación.
Gustave Flaubert
El sujeto no habla sino que es hablado. (por el Otro desde lo inconsciente)
Jacques Lacan
Las tonterías y excentricidades que se toleran a los hombres están en proporción a su posición social.
José María Tallada
Si este... tampoco me como la pastilla, no caigo en la poesía, porque hay una izquierda que se olvidó de discutir en la lucha por el poder y ahora se entretiene discutiendo el matrimonio igualitario.
José Mujica
Empezando por la Monarquía y siguiendo por la Iglesia, ningún poder nacional ha pensado más que en sí mismo.
José Ortega y Gasset
El hombre todavía puede apagar el ordenador. sin embargo, tendremos que esforzarnos mucho para conservar este privilegio.
Joseph Weizenbaum
Los hombres que aprenden fácilmente las lenguas extranjeras suelen tener un carácter fuerte.
Ludwig Börne
Ningún ser humano, ninguna mujer, ningún poema, música o pintura pueden sustituir al alcohol en el poder que le da al hombre para ilusionarse con una creación auténtica.
Marguerite Duras
Al pasar un barco entre dos casas, parece un barco de teatro entre bastidor y bastidor.
Ramón Gómez de la Serna
Si hoy fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy? Y si la respuesta era No durante demasiados días seguidos, sabía que necesitaba cambiar algo.
Steve Jobs
Mire yo a mi Amado y mi Amado a mí; mire El por mis cosas y yo por las suyas.
Teresa de Jesús
¿Tiene Ordenes Para Mí? -preguntó lo que quedaba de Anghammarad, poniéndose de pie.
Terry Pratchett