Tranquilícense caballeros. No empecemos a chuparnos las pollas todavía.
Harvey Keitel
Si no aprendemos de la historia, nos vemos obligados a repetirla. Cierto. Pero si no cambiamos el futuro, nos veremos obligados a soportarlo. Y eso podría ser peor.
Alvin Toffler
La nada es un infinito que nos envuelve: venimos de allá y allá nos volveremos. La nada es un absurdo y una certeza; no se puede concebir, y, sin embargo, es.
Anatole France
Los discursos inspiran menos confianza que las acciones.
Aristóteles
Tú eres mi fortaleza, entra en ella para que estés a salvo. Mi amor está en ti; conócelo, para que me encuentres junto a ti.
Baha'ullah
Exoterizar lo esotérico, hacerlo visible, es la vía de la enseñanza.
Delia Steinberg Guzmán
Con cada estímulo que desencadena una emoción se generan nuevas conexiones entre grupos de células en nuestro cerebro.
Eduardo Punset
Mientras que nosotros tenemos aspecto de promesa, de obra comenzada, de esbozo. Como animal, es detestable el hombre. El remordimiento comprueba que somos futuros diosecitos, o sea, herederos del reino.
Fernando González Ochoa
Amigos míos, Dios me es necesario, porque es el único ser que puede amar eternamente.
Fiódor Dostoyevski
El liberalismo fue muy activo en el XIX, pero luego se ha convertido en una elegante poltrona para biempensantes que todo lo comprenden, todo lo toleran y no se meten en nada.
Francisco Umbral
Jamás es perdido el bien que se hace.
François Fénelon
Uno olvida mucho más lo que sale de su boca que lo que entra por sus oídos.
Javier Marías
Wikileaks es un servicio público internacional; nos especializamos en permitir a periodistas o informantes que han sido censurados a presentar sus materiales al público.
Julian Assange
El verdadero hombre es la nación; el individuo es siempre un egoísta. Despojaos, pues, de esa individualidad que os aísla, de ese individualismo que no respira más que desigualdad egoísta y discorde y consagraos enteramente al verdadero hombre, a la nación, al estado.
Max Stirner
El porvenir de un hijo es siempre obra de su madre.
Napoleón Bonaparte
El canto vuela, con sus alas: armonía y eternidad.
Rubén Darío