La manera en que los demás me ven no me atañe. Más bien, eso es algo que sólo les atañe a ellos.
Haruki Murakami
No hay mayor tentación que no ser tentado.
Antonio de Guevara
Es por eso, hermano, que estoy en donde estoy, y aquí estaré al morir. En el bando de los administradores de buena fe; en el partido de las probidades presidenciales, junto a aquellos que suben y bajan pobres del poder.
Aparicio Saravia
No creo en las revoluciones que cambian el orden de las cosas y no cambian el corazón del hombre.
Blaise Pascal
Juntos compartimos los azares de la guerra, la desolación de nuestros hogares, el derramamiento de sangre de nuestros hermanos, y los toques marciales de los clarines de la victoria.
Emiliano Zapata
El hombre bueno, en medio de sus vagas aspiraciones, tiene, instintivamente, el conocimiento del buen camino.
Goethe
Vive de tal manera que, cuando tus hijos piensen en justicia, cariño e integridad, piensen en ti.
H. Jackson Brown
El uso hace brillar los metales.
Horacio
No hay más que una alternativa: ¡o la revolución rusa desencadena un movimiento revolucionario en Europa, o las potencias aplastarán la revolución rusa!
León Trotski
Moderación en el Diseño (On restraint in Design), Nueva York Herald Tribune, 28 de junio de 1959.
Mies Van der Rohe
Si esto sale bien, mi nombre es Pepe Carroll. Si no sale bien, mi nombre es Andrés Pérez.
Pepe Carroll
Todo lo que pueden hacer los hombres, está hecho, y todo se hizo en vano.
Robert Burns
El ser rico y ser capaz de permitirse una gran casa no es tan importante. Lo que sí es importante es el esforzarse, el aprender, el hacer lo mejor para desarrollar tu poder personal para conseguir esa gran casa. Es en lo que te conviertes en el proceso de conseguir esa gran casa, lo que es importante. Las personas que sueñan con sueños pequeños continúan viviendo su vida como personas pequeñas.
Robert Kiyosaki
Nuestro Universo es una de las posibilidades más probables.
Stephen Hawking
Usted tiene que crecer de adentro hacia afuera.
Swami Vivekananda
Navidad es la temporada para encender el fuego de la hospitalidad en la sala, la llama genial de la caridad en el corazón.
Washington Irving