Oí el estruendo de unos latidos en la oscuridad. Era mi propio corazón. Me envolvían, me engullían mis propios latidos.
Haruki Murakami
El poder de las palabras se le ha subido al hombre a la cabeza en mas de un aspecto. Definir significa casi lo mismo que comprender. Y más importante: Las palabras han permitido al hombre definirse, etiquetar parte de su experiencia como yo.
Alan Watts
En política lo que no es posible es falso.
Antonio Cánovas del Castillo
Todos los talentos son invisibles para quien carece de talento.
Arthur Schopenhauer
Tú, tan flor, tan luz de primavera, dime, dime que no es mentira este milagro, la multiplicación de mi alegría, los panes y los peces de tu pecho.
Carlos Sahagún
Tienes que hacer que suceda.
Denis Diderot
El fútbol es una manta corta: si te tapas los pies te descubres la cabeza, y si te tapas la cabeza te descubres los piés.
Elba De Pádua Lima
Yo prefiero cantar a la tierra fértil y fragante. No creo que nunca la áspera voz de los motores valdrá la más tímida canción del trovador, ni el pacífico refrán de fuentes cristalinas, ni el sonido de la siega cuando abate los meses.
Émile Armand
Como la locura es innata en el hombre, es posible tener algún brote en cualquier momento.
Gao Xingjian
Temen algunas mujeres la soledad de la viudez. No supieron ver que su vida tampoco fue descifrada por el marido. Y que la verdadera serenidad viene casi siempre del monólogo.
Henri-Frédéric Amiel
La edad no se cuenta en intervalos de tiempo, se madura a golpe de despedida, en el recuento sellado del insondable paso del tiempo.
José Carlos Valverde Sánchez
John Coffey, como el café, pero se escribe diferente.
Michael Clarke Duncan
Quiero ser simultáneamente sombra y luz, raíz, hoja y fruto, y condensar inmensamente toda la vida en un minuto.
Pablo de Rokha
Esta noche te cruzan verdes, rojas, azules, rapidísimas luces extrañas por los ojos. ¿Será tu alma?
Pedro Salinas
Si permitimos que las cosas nos asusten, no valdrá la pena vivir.
Séneca
Lo importante no es qué estamos pensando cuando jugamos, sino cómo pensamos.
Steven Berlin Johnson