Muy parecido. Tan distinto como desayunar tarde o almorzar temprano. Comes lo mismo, a la misma hora, sólo difiere la manera de llamarlo.
Haruki Murakami
Defendemos el Capitalismo porque es el único sistema orientado hacia la vida de un ser racional.
Ayn Rand
Disponible, en el sentido económico de la palabra, es aquel bien que alguien tiene capacidad de utilizar para la satisfacción de sus necesidades.
Carl Menger
Y de repente el mar: la rabiosa rebeldía del Atlántico henchía sus oídos.
Clarice Lispector
Cuando se acaba de levantar una casa, entra en ella la muerte.
Francisque Sarcey
La fuerza debe usarse como último recurso, únicamente cuando el sentido de humanidad y justicia no pueden prevalecer, pero si se hace uso de los puños libremente sin consideración alguna, la persona perderá el respeto de los demás y será vilmente tratada y censurada por sus bárbaras acciones.
Gichin Funakoshi
Entonces Tomás respondió y le dijo: !!Señor mío, y Dios mío! Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.
Jesús de Nazaret
Yo siento que hay un desfase entre la realidad y lo que puede lograr la política. La política no está a la altura de los desafíos de la realidad.
José Mujica
Quién da todo, quisiera dar más.
José Narosky
Procura que donde estés haya ese buen humor, esa alegría, que es fruto de la vida interior.
Josemaría Escrivá de Balaguer
..., en la sociedad burguesa, el Estado ha de ser por fuerza un Estado de clase.
Lenin
Uno de los secretos de la lealtad a Dios y a otros es aprender a mantener nuestro corazón bajo examen y a hacer lo que es correcto independientemente de lo que sintamos.
Lucas Leys
El radio ya ha dejado de ser un elemento nuevo, ya tiene más de veinte años, pero las condiciones de su descubrimiento fueron de alguna manera peculiares.
Marie Curie
Pateo el trasero.
Michelle Rodriguez
Pero como los adultos siempre decían lo mismo cuando algo iba a doler, podía considerar esa afirmación como una predicción exacta del futuro. Algunas veces las mentiras eran más de fiar que las verdades.
Orson Scott Card
Estos títulos de duque, conde y marqués fueron introducidos en el imperio en tiempos de Constantino el Grande y provinieron de las costumbres de la militia germánica.
Thomas Hobbes