No quiero que entiendan mis metáforas ni el simbolismo de la obra, quiero que se sientan como en los buenos conciertos de jazz, cuando los pies no pueden parar de moverse bajo las butacas marcando el ritmo.
Haruki Murakami
El hombre nace sin dientes, sin cabello y sin ilusiones. Y muere lo mismo: sin dientes, sin cabellos y sin ilusiones.
Alejandro Dumas
Sé amable con los nerds (yo fui uno de ellos). Hay muchas probabilidades de que termines trabajando para uno de ellos.
Bill Gates
El filósofo escribe cosas que no entiendes, y luego te hace pensar que es tu culpa.
Boris Makaresko
¡Póngase sereno, y apunte bien! ¡Usted va a matar a un hombre!
Che Guevara
Nosotros no tenemos una gran crisis económica porque venimos de otra.
Enrique Cerezo
La locura es el origen de las hazañas de todos los héroes.
Erasmo de Róterdam
Los celos son la prisión más desesperanzadora del mundo. Porque es una prisión en la que el preso se confina a sí mismo. Nadie lo mete a la fuerza. Uno entra por voluntad propia, cierra con llave desde dentro y lanza la llave por entre los barrotes. Y nadie en el mundo sabe que está ahí recluido.
El artista que sólo pretende ser entendido por los inteligentes corre el peligro de no ser tan admirado por éstos como por los que quieren parecer inteligentes con admirarlas.
Jacinto Benavente
Los empleados tienen que demostrar constantemente que merecen ocupar el puesto.
Jack Welch
No se puede ser bueno a medias.
León Tolstói
Estoy cansado de este ser mediocre, sin porvenir y sin confianza en el porvenir, de este ser al que tengo forzosamente que llamar: "yo", puesto que no puedo separarme de él.
Marguerite Yourcenar
Lo normal en Hollywood es que cuanto mayor es el presupuesto, más simple suele ser el personaje.
Matt Damon
De pelotudos que tienen la precisa sobre las virtudes y los males argentinos, el país está hasta el cuello. En esa no me anoto. Te repito que yo no soy ni gracioso, ni visionario. Soy un actor cómico de la nación. Cuando no tengo libreto, me callo la boca.
Tato Bores
Lo que viene en último lugar, siempre parece que ha resuelto todo el asunto.
Tito Livio
La noche cayó antes de que el cortejo llegase a la cima del más alto roquedal. Entonces, un viento impetuoso hizo jirones las cortinas de los palanquines y las literas, y dejó a las pobres damas entregadas a todos los furores de la tempestad. La oscuridad del cielo acentuó el terror de aquella noche desastrosa.
William Beckford