Este Partido es una cruzada moral o no es nada.
Harold Wilson
Dios no es una hipótesis derivada de premisas lógicas, sino una visión inmediata o evidente como la luz. No es algo que debe ser tratado en la oscuridad con la luz de la razón. Él es la luz.
Abraham Joshua Heschel
Me tomaste en broma, me tomaste por un niño, le diste un buen vistazo a mi trasero y después jugaste golf un rato. Tu meneo es el de un pez, me diste una palmadita en la cabeza, me invitaste a comer y a beber y a hacerme el 69, pero no escuchaste ni una maldita palabra de lo que dije.
Alanis Morissette
Vivir es dormir, y el amor es el sueño; si habéis amado, habéis vivido.
Alfred de Musset
Sólo el tiempo puede hacer a los pueblos capaces de gobernarse a sí mismos. Su educación se logra por medio de sus renovaciones.
Alphonse de Lamartine
Cada edad es un sueño que se está muriendo o uno que está por nacer.
Arthur O'Shaughnessy
Se dice que la maldad se expía en aquel mundo; pero la estupidez se expía en éste.
Arthur Schopenhauer
La avaricia es de naturaleza tan ruin y perversa que nunca consigue calmar su afán: después de comer tiene más hambre.
Dante Alighieri
La fama es el manjar de los muertos; yo no tengo estómago para tal vianda.
Henry Austin Dobson
Todos somos mortales. Nosotros y nuestras obras.
Horacio
El derecho a ser escuchado no incluye el derecho a ser tomado en serio.
Hubert Humphrey
Quienes tratan de lograr el descanso de la contemplación tienen que entrenarse antes en el estadio de la vida activa; de este modo, liberados de los residuos del pecado, serán capaces de presentar ese corazón puro que permite ver a Dios.
Isidoro de Sevilla
Al no imponer responsabilidades a los adolescentes, estamos retrasando la maduración de sus lóbulos frontales.
José Antonio Marina
Creo en los individuos por encima de cualquier otra cosa.
Julia Navarro
Porque el corazón es el que se arruga, pero el corazón no.
Miguel Luis
Suena como a leyenda del país de los espíritus el oír que algún hombre llega a alcanzar lo que merece, o que alguien merece lo que alcanza.
Samuel Taylor Coleridge