Incesantemente la belleza impone en nosotros su presencia, y no descansa hasta que nos sentimos arrastrados por ella.
Hans Carossa
Ni hay quien no tenga en su mano su tormento o su quietud.
Alonso de Barros
Es la propia mujer la que provoca el cambio en la imagen y no el vestido o el diseñador.
Gianni Versace
No hay una respuesta única. Así como no hay una solución fácil.
Herman Van Rompuy
La amistad es el mejor bálsamo para las heridas que produce en el alma un amor mal correspondido.
Jane Austen
No creo que el arte sea propaganda, sino que debe ser algo que libera el alma, provoca la imaginación y anima a la gente a ir más allá. Celebra la humanidad en vez de manipularla.
Keith Haring
Hay días en que la recuerdo y me pregunto: ¿Qué estará haciendo? Hay noches en que la extraño y me pregunto: ¿Qué me estoy haciendo?
Mario Vargas Llosa
El que no desconfía de sí mismo no merece la confianza de los demás.
Marques de Maricá
El objetivo del mentiroso es sencillamente encantar, deleitar, proporcionar placer. Él es la mismísima base de la sociedad civilizada.
Oscar Wilde
Un hombre puede educarse para la física. El historiador, en cambio, nace. El historiador comprende y penetra los hombres y las cosas de un solo golpe, guiado por un sentimiento que no se aprende, que elude toda intervención premeditada y goza de la plenitud de sí mismo en harto raros instantes.
Oswald Spengler
Creer en dioses siempre causa confusión.
Pearl S. Buck
El que todo lo oye, todo también lo revela.
Purificación Estarli Pérez
Comenzar con un fin en mente hace posible que nuestra vida tenga razón de ser, pues la creación de una visión de lo que queremos lograr permite que nuestras acciones estén dirigidas a lo que verdaderamente es significativo en nuestras vidas.
Stephen Covey
Mas vale hombre sin dinero que dinero sin hombre.
Temístocles
Si las mujeres conociéramos nuestra verdadera capacidad para el cambio, nuestro brutal instinto de supervivencia y de recuperación, nos sentiríamos casi indestructibles.
Vanessa Montfort
La vida es un círculo de dolores.
Voltaire