De todos los mecanismos de escape, la muerte es el más eficiente.
H. L. Mencken
La condesa, dando alaridos, se abalanzó sobre él con la furia de una hiena y le mordió en el pecho. El conde dio un empujón a la rabiosa mujer y la tiró al suelo, donde entregó su espíritu en medio de las convulsiones más espantosas. El conde enloqueció.
E. T. A. Hoffmann
El legítimo derecho a disentir es un derecho existencial de la persona.
Friedrich Dürrenmatt
Casi todos prefieren la mentira por ellos descubierta a la verdad encontrada por otros.
Jean-Jacques Rousseau
Como niño de pecho en brazos de su madre, así en mí está mi alma.
Juan Pablo I
El tiempo se rompió en secciones rotativas (él disparó del tacto a la palabra) y la palabra evoca la materia, ser la sustancia misma de las cosas o como integridad el yo representado la sucesión ha abierto lo que evoca.
Liliana Celiz
Las armas son un factor importante en la guerra, pero no el decisivo. El factor decisivo es el hombre, y no las cosas.
Mao Zedong
Ella vive todavía. Incita al asesinato en tanto que vive. Se pregunta cómo matarla y quién la matará. Usted no quiere nada, a nadie, incluso esa diferencia que usted cree vivir usted no la quiere.
Marguerite Duras
Nadie sabe en qué noche de octubre solitario, de fatigados duendes que ya no ocurren, puede inmolarse la perdida infancia junto a recuerdos que se están haciendo.
Mario Benedetti
El genio es ante todo energía.
Matthew Arnold
La sabiduría excluye la audacia.
Patrick Rothfuss
Mucho más que la vida, me ha cambiazo la cabeza.
Ramón Melendi
Si eres indolente, no estés solo; si estás solo, no seas indolente.
Samuel Johnson
Aprender a andar en bicicleta no significa aprender a mantener el equilibrio, sino aprender a no perturbar ese equilibrio, aprender a no interferir.
Seymour Papert
La gente no siempre ha estado ahí para mí, pero la música siempre.
Taylor Swift
Alguien tiene que morir para que el resto de nosotros deberíamos valorar más la vida.
Virginia Woolf