Son la una y un minuto.
Gustavo Cerati
No debe olvidarse nunca que las guerras más implacables no son nunca las guerras por cosas; son las guerras por la insensateces que han dicho de las cosas tales o cuales elocuentes idealismos; en otros términos, las guerras de religión.
Aldous Huxley
Cuando hayamos llegado a la conquista del sufragio, sólo entonces será el momento de una acción política definida...
Alicia Moreau de Justo
La esperanza es gran falsificadora de la verdad: corríjala la cordura, procurando que sea superior la fruición al deseo.
Baltasar Gracián
Cuando empecé a pintar barcos noté que lo hacía con fluidez y alegría, me había encontrado.
Benito Quinquela Martín
He usado la rebelión como una manera de ocultarme. Hemos usado la crítica como una falsa participación.
Chuck Palahniuk
Los antepasados son lo más importante para quien no ha hecho nada.
Giacomo Leopardi
¿Qué le importa su vida a quien sus ensueños le permiten disponer del tiempo y del espacio?
Henri de Régnier
El trabajo es un título natural para la propiedad del fruto del mismo, y la legislación que no respete este principio es intrínsecamente injusta.
Jaime Balmes
Las mujeres prefieren a los hombres silenciosos. Piensan que las están escuchando.
Marcel Achard
En todo el dolor que desgarra el corazón, el Varón de los Dolores tiene su parte.
Michael Bruce
Las palabras van al corazón, cuando han salido del corazón.
Rabindranath Tagore
La tibia fragancia de su alcoba encendía en mí, como una tortura, la voluptuosa memoria de los sentidos.
Ramón María del Valle-Inclán
La mentira es bien mezquina; si la miras a trasluz se transparenta.
Séneca
La novela larga también debe ser concisa y seguir un único incidente central, pero incluye desvíos, atajos, digresiones bien conectados al eje central y bien equilibrados entre sí, impecables historias secundarias que funcionan como complemento o como contrapunto de la principal.
Silvia Adela Kohan
Los hombres pueden preciarse de escribir honesta y apasionadamente sobre los movimientos de las naciones; pueden pensar que la guerra y la búsqueda de Dios son los únicos temas de la gran literatura; pero si la posición de los hombres en el mundo tambaleara por un sombrero mal escogido, la literatura inglesa cambiaría dramáticamente.
Virginia Woolf