Un libro de álgebra superior es un libro clandestino aunque se deje en mitad de la calle... porque la gente no lo entiende. Y con un libro de filosofía ocurre exactamente igual.
Gustavo Bueno
La oración es el encuentro de la sed de Dios y de la sed del hombre.
Agustín de Hipona
Querría flagelar con todas mis fuerzas a los que se ríen de la castidad como de una tontería, a los que se burlan de la virtud como de una debilidad y creen que un libertino tiene más carácter que un monje.
André Gide
Hay una frase que a mí me ha costado muchos insultos: hay que expulsar al nacionalismo del espacio público.
Arcadi Espada
Tiempos duros exigen medidas duras.
Cicerón
No dejes que sea otra gente la que decida quién eres tú.
Dennis Rodman
El hombre se complace en enumerar sus pesares, pero no enumera sus alegrías.
Fiódor Dostoyevski
Hice lo que había que hacer. (epitafio en su tumba)
Harry S. Truman
Un talismán es cualquier objeto, sagrado o profano, con o sin apropiadas inscripciones de símbolos; no cargado, o consagrado mediante adecuado ritual mágico o meditación. Entre otras cosas ejerce en quien lo lleva un efecto auto-sugestivo. Está hecho para servir a una finalidad específica, para traer buena fortuna en algún sector de la vida o para alcanzar una meta específicamente denominada.
Israel Regardie
Los escritores viven de la infelicidad del mundo. En un mundo feliz, no sería escritor.
José Saramago
Pero creo que a mí me gusta la gente supersticiosa. Le da color a la vida. ¿No sería aburrido el mundo, si todos fueran sabios, sensatos... Y buenos?
Lucy Montgomery
¿Lo digo o no lo digo?
Mirtha Legrand
Dios es el comienzo, el medio y el fin.
Platón
Tienen clase, dame una base, traeré el desfase, los hipnotizo tan solo con una frase.
Rapsusklei
¿Cree usted que yo me conduzco en todos mis actos pensando que soy alemán? ¿Cree usted que Mozart era consciente de ser ario cuando componía? Sólo conozco dos tipos de personas: las que tienen talento y las que no lo tienen.
Richard Strauss
No puede esperarse que los hombres sean trasladados del despotismo a la libertad en un lecho de plumas.
Thomas Jefferson