Dos ideas que a la par brotan, dos besos que a un tiempo estallan, dos ecos que se confunden, eso son nuestras dos almas.
Gustavo Adolfo Bécquer
Para mí, la fe comienza al darse cuenta de que una inteligencia suprema creó el universo e hizo al hombre. No me resulta difícil tener esa fe, pues es incontrovertible que todo plan es fruto de una inteligencia.
Arthur Compton
El estímulo material es el rezago del pasado, es aquello con lo que hay que contar, pero a lo que hay que ir quitándole preponderancia en la conciencia de la gente a medida que avance el proceso.
Che Guevara
Nunca traiciones la amistad sincera, pues si lo hicieras, tarde o temprano del cielo llegará el castigo.
Esopo
La ciencia indaga, no prueba.
Gregory Bateson
Consiguió todos los sufragios quien unió lo útil con lo agradable.
Horacio
El fracaso y el éxito no existen, Greg, son inventos de los gringos. Se vive no más, lo mejor posible, un poquito cada día, es como un viaje sin meta, lo que cuenta es el camino. Es hora de detenerse ¿por qué tanta agitación? Mi abuela decía que no debemos ser esclavos de la prisa.
Isabel Allende
Al cabo de un tiempo de estar trabajando en un lienzo, puedo sentir cómo me estoy empezando a enamorar, con el amor que nace de la comprensión lenta.
Joan Miró
Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra.
José Martí
La sombra de la Junta que traigo conmigo hace prodigios; la Junta será la vencedora, no yo; su nombre solo con el aspecto de nuestros bravos atrae a los afectos y aterra a los malvados.
Manuel Belgrano
Siempre es sólo un momento.
Michael Andreas Helmuth Ende
El descontento es el primer paso en el progreso de un hombre o de una nación.
Oscar Wilde
El canal se complace pensando que los ríos no existen sino para traerle agua.
Rabindranath Tagore
Confía en los hombres y te serán leales. Trátalos como a grandes señores y se comportarán como tales.
Ralph Waldo Emerson
Los clásicos son sólo la literatura primitiva. Pertenecen a la misma clase que la maquinaria primitiva y la música primitiva y la medicina primitiva.
Stephen Leacock
Hay entre nosotros un mar de lágrimas con rugientes olas y no puedo llegar hasta ti.
Yehuda Haleví