La audacia sin juicio es peligrosa, y el juicio sin audacia, inútil.
Gustave Le Bon
Una vez que haya un equipo de gente preparada, inteligente y llena de energía, el paso siguiente es motivarlos a que sean creativos.
Akio Morita
La tierra tiene lo que tú levantas de la tierra. Nada más tiene.
Antonio Porchia
Los grandes talentos alarman e intimidan a los incapaces, y no tienen la docilidad que se requiere para agradar a los hombres justos.
Barón de Holbach
Las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al cambio.
Charles Darwin
Cada guerra, cuando ocurre o antes de que ocurra, es representada no como una guerra, sino como un acto de defensa propia contra un maniático homicida.
George Orwell
Una de las peores cosas que se pueden hacer cuando alguien atraviesa un mal momento es exagerar los defectos o fallos.
Jack Welch
La sátira es una suerte de espejo en el que los que observan generalmente descubren los rostros de todos menos el propio, principal razón por la que es bien recibida en el mundo, y por la que tan pocos se ofenden ante ella.
Jonathan Swift
No hay enemigo peor que el que trae rostro de amigo.
Juan Ruiz de Alarcón
Ahora procederemos a la edificación del orden socialista.
Lenin
El que dice la verdad, puede estar seguro que tarde o temprano será descubierto.
Oscar Wilde
Sólo el equilibrio aniquila la fuerza.
Simone Weil
Sólo el tiempo revela al hombre justo; un solo día desenmascara al pérfido.
Sófocles
A los ignorantes enseñadles lo más que podáis; la sociedad es culpable por no dar instrucción gratis; es responsable de la oscuridad que con esto produce. Si un alma sumida en las tinieblas comete un pecado, el culpable no es en realidad el que peca, sino el que no disipa las tinieblas.
Victor Hugo
Durante la ausencia de la mujer amada las tinieblas, totalmente enloquecidas, se apoderan de sus piernas, se deslizan en los zapatos de hielo y empiezan a bailar desde tu cama hasta la inmensa sala del insomnio.
Vladimír Holan
La mirada lanzada al corazón de las cosas que hoy resulta esencial, mirada mercantil, se llama propaganda.
Walter Benjamin