Me hablas de trabajo. Si, trabaja, enamórate del arte. De todas las mentiras existentes, quizás sea ésta la menos embustera. Trata de enamorarte de él con un amor exclusivo, ardiente, fiel. No te fallará.
Gustave Flaubert
Él también montó sobre la yegua blanca, con un deseo de negro por mujer blanca, con un odio de negro por la piel blanca, con un silencio de negro por la voz blanca, con un contraste de negro por la ropa blanca, alma de negro por el alma blanca.
Adalberto Ortiz
¡Hazte a la idea! Ahora, el Cielo y el Infierno nos tienen agarrados por la espalda y toda nuestra vieja simulación nos ha sido arrancada...
Arthur Miller
El talento humano se atrofia cuando no puede introducir un elemento de juego en el ámbito del deber.
Enrique Serna
No existe posesión de mayor precio que un amigo de veras; en ésta suelo descansar, y con ella consolarme de los posibles desafueros de la fortuna.
Erasmo de Róterdam
... nosotros no somos la sede de Cristo, sino la sentina de Satanás;...
Las termitas gustan de las maderas más nobles, normalmente con las que se fabrican los muebles de los despachos del poder.
Iñaki de Juana Chaos
Recordar y de olvidar me parece algo particularmente insondable.
Jane Austen
Los sentimientos son sólo experiencias que nos informan acerca de cómo se están comportando nuestros proyectos o deseos en su enfrentamiento con la realidad.
José Antonio Marina
Prefiero morir a reír, y, en más de una ocasión, pensé que podía hacerlo.
Joseph Epstein
No olvidéis que la poesía, si la pura sensitiva o la ineludible sensitiva, es asimismo, o acaso sobre todo, la intemperie sin fin, cruzada o crucificada, si queréis, por los llamados sin fin y tendida humildemente, humildemente, para el invento del amor.
Juan L. Ortiz
Preciso es reconocer que el amor es un gran maestro.
Molière
Heme aquí suspirando como el que ama y se acuerda y está lejos.
Rosario Castellanos
Eramos como pan y mantequilla.
Tom Hanks
Más vale tener crédito que dinero.
Tomás Pascual Sanz
La ciencia es como la tierra; sólo se puede poseer un poco de ella.
Voltaire