Genio. Inútil admirarlo, es una neurosis.
Gustave Flaubert
El mundo es un asilo de pervertidos.
Aldous Huxley
Cuando haces una una obra de teatro, después de unos ensayos comienzas a sentir el ritmo, mientras que en el la película el ritmo es arbitraria y debe parecer verdadero.
Austin Pendleton
El papado tendrá menos normas. Lo malo de ayer dejará de serlo. La misa será protestante, sin serla. Los protestantes serán católicos sin serlo. El Papa se alejará del Vaticano en viajes y llegará a América, en tanto la humanidad caerá
Benjamín Solari Parravicini
Te estoy llamando para que por favor vengas a casa sí, podría hacerlo sin ti si no me sintiera tan sólo.
Bob Dylan
La sola idea de que una cosa cruel pueda ser útil es ya de por sí inmoral.
Cicerón
El razonamiento experimental siempre, y necesariamente, se ocupa de dos hechos a la vez: la observación, usada como punto de partida; el experimento, usado como conclusión o control.
Claude Bernard
El acto supremo de la persona es perderse para volverse a encontrar.
Emmanuel Mounier
Los enigmas de Dios son más satisfactorios que las soluciones de los hombres.
Gilbert Keith Chesterton
Aprendí algo el primer día que estuve al aire: hay que ser honesto, si uno es honesto con la audiencia, si haces buenas preguntas les vas a gustar, no puedes forzar a alguien a gustarte.
Larry King
Los hechos, y no las palabras, son lo que más cuenta.
Napoleon Hill
No viviré si no es para buscarte y cruzaré el dolor para adorarte.
Silvina Ocampo
De la más fragante Rosa nació la Abeja más bella, a quien el limpio rocío dio purísima materia.
Sor Juana Inés de la Cruz
El amor es como el vino, y como el vino también, a unos reconforta y a otros destroza.
Stefan Zweig
El ser de las cosas, no su verdad, es la causa de la verdad en el entendimiento.
Tomás de Aquino
El humor es otra de las armas con las que el alma lucha por su supervivencia. Es bien sabido que, en la existencia humana, el humor puede proporcionar el distanciamiento necesario para sobreponerse a cualquier situación, aunque no sea más que por unos segundos.
Viktor Frankl