Se dejaba ir en el balanceo de las melodías y se sentía vibrar de pies a cabeza, como si los arcos de los violines se pasearan por sus nervios.
Gustave Flaubert
De vez en cuando usted lea una obra de teatro y un carácter simplemente te habla - casi parece hablar a través de ti, de hecho.
Alan Rickman
La autoridad es una sugestión espiritual que introduce en el ánimo del súbdito la presunción de la rectitud del acto y nos lo trae a la obediencia.
Antonio Maura
Desde los tiempos de Adán, los necios están en mayoría.
Casimir Delavigne
Nada hay tan semejante como los huevos, pero nadie, en virtud de esta aparente semejanza, aguarda el mismo gusto y sabor en todos ellos.
David Hume
Un novio es un hombre feliz que está pronto a dejar de serlo.
Enrique Jardiel Poncela
¡La razón! Tanto se encumbra, tan locamente camina, que ya no es luz que ilumina, sino hoguera que deslumbra.
Gaspar Núñez de Arce
Nuestras convicciones son pasajeras y endebles, hasta las que consideramos más fuertes. También nuestros sentimientos. No deberíamos fiarnos.
Javier Marías
Sin dinero, el honor no es más que una enfermedad.
Jean Racine
Los soldados que nos han dominado hasta ahora, pudieron prescindir de toda filosofía; mas los hombres que no son ni pequeñuelos ni ignorantes ¿por qué no habríamos de adoptarla?
Juan Montalvo
El sujeto de conciencia atenta se convierte en un testigo, en un observador neutral, de los nudos internos de sufrimiento y confusión, dejando de alimentarlos. Así pues, asumir la conciencia conlleva el ejercicio de darse cuenta de lo que está uno pensando, sintiendo y haciendo.
Kalama Sadak
Te visto con el calor de mis labios y mi tibia boca te desviste.
Lina Zerón
Sólo el vino te librará de tus cuidados. Sólo el vino te impedirá vacilar entre las setenta y dos sectas. No te apartes del mago que tiene el poder de trasladarte al país del olvido.
Omar Jayam
Al rey la hacienda y la vida se ha de dar; pero el honor es patrimonio del alma, y el alma sólo es de Dios.
Pedro Calderón de la Barca
Ninguno nace para pasar la vida sin trabajo.
Séneca
¿Tiene Ordenes Para Mí? -preguntó lo que quedaba de Anghammarad, poniéndose de pie.
Terry Pratchett