Quisiera escribir palabras que te hicieran llorar de admiración.
Gustave Flaubert
La alegría es un arma superior al odio, las sonrisas más útiles, más feroces que los gestos de rabia y desaliento.
Almudena Grandes
Es una locura hacer siempre la misma cosa y esperar resultadosdiferentes.
Bernardo Stamateas
El sabio lo espera todo de sí mismo; el hombre vulgar espera todo de los demás.
Confucio
Aunque no sabemos lo que nos depara el futuro, debemos siempre hacer algo por la vida a favor de otros.
Dalai Lama
El coche más conseguido es aquel en el que pienso con obstinada insistencia, pero que todavía no ha sido realizado.
Enzo Ferrari
Gobernar es el arte de crear problemas con cuya solución mantener a la población en vilo.
Ezra Pound
La desesperación es como un río; en una orilla están los niños; en la otra los hombres maduros, los que han despertado ya de su letargo. Todos los sentimientos son buenos, óptimos, también el odio, también la envidia, también los celos, también la crueldad.
Hermann Hesse
Tuvimos seis claras y ellos cuatro, así que según mis cuentas debimos haber ganado 3-2
Hugo Sánchez
En caridad a toda la humanidad, sin malicia o mala voluntad hacia cualquier ser humano, e incluso sintiendo compasión de los que tienen en esclavitud a sus semejantes, sin saber lo que están haciendo.
John Quincy Adams
Los conductores son solamente hombres, con todas las miserias, aun cuando con todas las virtudes de los demás hombres. Cuando un conductor cree que ha llegado a ser un enviado de Dios, comienza a perderse. Abusa de su autoridad y de su poder; no respeta a los hombres y desprecia al pueblo. Allí comienza a firmar su sentencia de muerte.
Juan Domingo Perón
Para poder oprimir a una clase es preciso asegurarle unas condiciones que le permitan, por lo menos, arrastrar su existencia de esclavitud.
Karl Marx
La afición a la lectura ha llegado a ser tan sospechosa que el analfabetismo se hace deseable y honroso.
Miguel Delibes
La primera necesidad es comunicarse.
Teresa de Calcuta
Pongo a Dios por testigo de que no podrán derribarme. Sobreviviré, y cuando todo haya pasado, nunca volveré a pasar hambre, ni yo ni ninguno de los míos. Aunque tenga que mentir, robar, mendigar o matar, ¡Pongo a Dios por testigo de que jamás volveré a pasar hambre!
Vivien Leigh
Si el emperador me quiere, que me pague, pues sólo el honor de estar con él no me alcanza.
Wolfgang Amadeus Mozart