He releído (por tercera vez en mi vida) todo Spinoza. Este ateo ha sido, en mi opinión, el más religioso de los hombres, puesto que no aceptaba más que a Dios.
Gustave Flaubert
El que habla mal de una mujer, habla mal de su madre.
Carlo Dossi
Una batalla perdida o ganada es fácil de describir, entender y apreciar, pero el crecimiento moral de una gran nación requiere de reflexión, así como de observación, para apreciarlo.
Frederick Douglass
El pensamiento de Dios desciende hasta la soledad y hasta el tedio. Es el maná que llueve en el desierto.
Giuseppe Antonio Borgese
El arte es duradero, y el tiempo veloz.
Henry Wadsworth Longfellow
Nadie que trabaje a jornada completa debería vivir en la pobreza. Si un empleo te aleja de tu familia cada día - o para muchos trabajadores de salarios bajos toda la noche - debería pagarte lo suficiente para mantenerla.
John Edwards
Que terriblemente triste es que las personas están hechas de tal forma que se acostumbran a algo tan extraordinario como la vida.
Jostein Gaarder
Regresa para que ambos podamos volver a ser jóvenes.
Leonardo DiCaprio
El mundo es igual a la suma de conocimientos que tenemos de él.
Michel Houellebecq
No debemos tener miedo de la bondad ni de la ternura.
Papa Francisco
Necesitamos desesperadamente que nos cuenten historias. Tanto como el comer, porque nos ayudan a organizar la realidad e iluminan el caos de nuestras vidas.
Paul Auster
La manzana podrida pierde a su compañía.
Proverbio
Bendito aquel cuya fama no hace palidecer el brillo de la verdad.
Rabindranath Tagore
Había encontrado una manera bastante sutil para, bajo el inocente aspecto de unas páginas de moda, comparar el armazón de los complicados polisones que las damas usaban con una jaula en la que se mantenía encerrada su inteligencia, independencia e ideas propias.
Teresa Cameselle
Cuando un hombre habla de amor, escúchale con cautela; mas si te jura, ciertamente trata de engañarte.
Thomas Otway
La felicidad es como una gota de rocío en un pétalo de flor, brilla tranquila, después de vacilar cae como una lágrima de amor.
Vinicius de Moraes