Si un compositor pudiera decir lo que quiere decir con palabras, no se molestaría en tratar de decirlo con música.
Gustav Mahler
Cuando se haya eliminado el peligro comunista, volverá el orden normal de las cosas.
Adolf Hitler
¿Quién debe morir para que el mundo se paralice por completo y desistamos de nuestras costumbres diarias? ¿Qué persona es suficientemente importante para que todo varíe de manera visceral?
Albert Espinosa
Enumerando todas las dificultades que se me ocurrían, me desanimaba y me pasaba los días sin hacer nada. Fue entonces, lo recuerdo muy bien, cuando él vino como un milagro caído del cielo.
Banana Yoshimoto
Dadme dos líneas escritas de su puño y letra por el hombre más honrado y encontraré en ellas motivo suficiente para hacerlo encarcelar.
Cardenal Richelieu
Sin jugar con la fantasía nunca a nacido ningún trabajo creativo. La deuda que tenemos a la obra de la imaginación es incalculable.
Carl Gustav Jung
Hay enfermedades del alma más perniciosas que las del cuerpo.
Cicerón
El verdadero amor es desinteresado y está exento de todo miedo. Se derrama sobre el objeto de su afecto sin que pida nada a cambio. Su alegría está en la alegría de dar.
Florence Scovel Shinn
La salud es clásica; la enfermedad, romántica.
Goethe
A tan extraño poder (el de la costumbre) ¿qué cosa habrá que resista, Pues basta a quitar la vista la costumbre del no ver?
Guillén de Castro
El pabellón chileno es sagrado, y a su sombra podemos todos, gobernantes y gobernados, unirnos en íntimo efusión, para bendecir a la Providencia que nos bendice, y para congratularnos por las conquistas del progreso y del ingenio humano.
José Manuel Balmaceda
Me enteré de que el árbitro no entró solo al camerino en el descanso después del primer tiempo.
José Mourinho
No voy a conseguir esto, es una película de terror, es difícil actuar con miedo.
Kelly Rowland
Es preciso prestarse a los otros, pero no darse sino a uno mismo.
Michel de Montaigne
La lectura es una conversación con los hombres más ilustres de los siglos pasados.
René Descartes
Venezuela con todo su hierro y todo su petróleo, nunca valdrá más que sus habitantes.
Renny Ottolina