Señorita, envíe un ramo de rosas rojas y escriba te quiero al dorso de la cuenta.
Groucho Marx
Siempre tiene la misma cara, es tranquilizador.
Audrey Tautou
¿Puede haber algo más ridículo que la pretensión de que un hombre tenga derecho a matarme porque habita al otro lado del agua y su príncipe tiene una querella con el mío aunque yo no la tenga con él?.
Blaise Pascal
Complace a todos y no complacerás a nadie.
Esopo
El partido quiere tener el poder por amor al poder mismo.
George Orwell
Hacer algo que produce efectos evidentes sin que nuestra acción sea advertida permite evitar la resistencia al cambio que queremos promover.
Giorgio Nardone
La pasión constituye todo lo humano. Sin ella, la religión, la historia, la novela, el arte serían inútiles.
Honoré de Balzac
Si la gente creyera lo que hago en el escenario, no aplaudiría, sino que gritaría.
Hugh Jackman
Todos los entrenadores son despedidos, pero es mejor ser echado por el Real Madrid que por otro club.
John Benjamin Toshack
En este planeta viven más de cinco mil millones de seres. Te enamoras de una persona y no la quieres cambiar por nadie en el mundo.
Jostein Gaarder
¿Tenemos derecho a juzgar a los que queremos? Si los queremos, será por algo y ese algo nos prohíbe que los juzguemos. ¿O no?
Patrick Modiano
¿Quién dice que se nos murió todo cuando se nos quebraron los ojos? Todo despertó, todo comenzó.
Paul Celan
El valor, la buena conducta y la perseverancia conquistan todas las cosas y obstáculos que quieran destruirlas y se interpongan en su camino.
Ralph Waldo Emerson
El arte de narrar es el arte de la percepción errada y de la distorsión. El relato avanza siguiendo un plan férreo e incomprensible y recién al final surge en el horizonte la visión de una realidad desconocida: el final hace ver un sentido secreto que estaba cifrado y como ausente en la sucesión clara de los hechos.
Ricardo Piglia
Más que nada, me gustaría ser un viejo con cara de bueno, como Hitchcock o Picasso.
Sean Connery
El cómputo del tiempo, pasado y futuro, ni ocupa ni interesa nunca al bárbaro.
Walter Savage Landor