Jamás aceptaría pertenecer a un club que admitiera como miembro a alguien como yo.
Groucho Marx
¿Qué meditas tan profundamente? la mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies, tiene que ser tu alma.
Angelus Silesius
Los hombres sólo pueden tratar entre sí de dos formas: Armas o lógica. Fuerza o persuasión. Aquellos que saben que no pueden ganar utilizando la lógica, siempre han acabado por recurrir a las armas.
Ayn Rand
Todo el mundo es carne de diván en realidad. Nunca digas de esta agua no he de beber.
Celeste Carballo
Sin ningún viento, ¡hazme caso! Gira, corazón; gira, corazón.
Federico García Lorca
En mis cuadros hay cosas improbables, no imposibles.
Fernando Botero
Es culpa mía, culpa mía personal, si el mundo va mal.
Fiódor Dostoyevski
El mundo oculto en realidad existe.
Jay Baruchel
Debes estimar como cosa torpísima el anteponer la vida al honor, y por salvar la vida perder la razón de vivir.
Juvenal
¡Enarbolad la bandera de la igualdad, mujeres! ¡Luchad por vuestros derechos y contad con mi leal colaboración!
Louisa May Alcott
Burro es burro aunque le afeiten las orejas.
Marcelo Rodríguez
Inocencia en la aldea, patriotismo en la ciudad, revolución en la oscuridad, un sillón con poder ilimitado, un ojo mágico que desnuda la verdad, un órgano vital que muere, un germen latente en el que se insinúa la vida.
Naguib Mahfuz
"Bueno" es un término recursivo hasta el infinito: sólo se puede definir en cuanto a sí mismo. Lo bueno es bueno porque es mejor que malo, aunque por qué es mejor ser bueno que malo dependa de cómo definas bueno, y así sucesivamente.
Orson Scott Card
No le profesa amistad verdadera y pura sino quien habla la verdad y le aconseja el bien.
Simón Bolívar
Supón que, para divertir a sus amigos, un vienés bromista se inventa toda la historia del Ello, y del edipo, e imagina sueños que jamás ha tenido, y pequeños Hans que nunca ha visto... ¿Y qué sucede después? Pues que aparecen millones de personas dispuestas a convertirse realmente en seres neuróticos. Y otras miles dispuestas a explotarlas.
Umberto Eco
Miserable es el amor que puede ser remedio.
William Shakespeare