El enamoramiento es el peor consejero del matrimonio.
Gregorio Marañón
Cuando uno transita por un súbito desamor siente que el mundo se termina.
Alejandro Dolina
Poquísimos son los hombres que sepan tolerar en los demás sus propios defectos.
Arturo Graf
Hay una manera de contribuir a la protección de la humanidad, y es no resignarse.
Ernesto Sabato
Cuando el pecho aprieta a más no poder, canta, cantar hace bien.
Fito Páez
El medio más seguro de impedir las revoluciones es evitar las causas.
Francis Bacon
A veces rechazar un honor no es humildad, sino explícita soberbia, afán de superar a los que antes los aceptaron. Pocas veces asoma con tanta nitidez a la superficie la violencia del subconsciente.
En las cosas prósperas medita cómo llevarás las adversas; piensa siempre, para que nada adverso te acontezca.
Isidoro de Sevilla
Creemos que cuando no recibimos amor, eso nos duele, pero lo que nos duele no es eso. El dolor nos acomete cuando no ofrecemos amor. Hemos nacido para amar.
Jack Canfield
A un plan obedece nuestro enemigo: de enconarnos, dispensarnos, dividirnos, ahogarnos. Por eso obedecemos nosotros a otro plan: enseñarnos en toda nuestra altura, apretarnos, juntarnos, burlarlo, hacer por fin a nuestra patria libre. Plan contra plan.
José Martí
Castilla ha hecho a España y Castilla la ha deshecho.
José Ortega y Gasset
Aquellos que nunca se retractan de sus opiniones se aman a ellos mismos más que a la verdad.
Joseph Joubert
Hay tres clases de déspota: el que tiraniza el cuerpo, el que tiraniza el espíritu y el que tiraniza el cuerpo y el espíritu a la vez. Al primero se le llama Príncipe; al segundo, Papa y al tercero, Pueblo.
Oscar Wilde
La vida es urgente.
Pau Donés
La amistad es un amor que no se comunica por los sentidos.
Ramón de Campoamor
Una vida activa sirve a la intencionalidad de dar al hombre una oportunidad para comprender sus méritos en la labor creativa, mientras que una vida pasiva de simple goce le ofrece la oportunidad de obtener la plenitud experimentando la belleza, el arte o la naturaleza.
Viktor Frankl