La propiedad es odiosa en su principio y mortifera en sus efectos.
Gracchus Babeuf
El mundo de la humanidad tiene dos alas: una es la mujer y la otra es el hombre. Hasta que ambas alas no se hayan desarrollado igualmente, el pájaro no podrá volar. Hasta que el mundo de la mujer no llegue a ser igual al mundo del hombre en la adquisición de virtudes y perfecciones, no se podrá alcanzar el éxito y la prosperidad como debiera ser.
Abdu'l-Bahá
Sus ojos, dos puntos suspensivos en el poema de su cara.
Alfonso Orantes
No decidas hasta haber oído a ambos.
Anónimo
Si antes había diez personas con derecho a una beca de comedor, y ahora hay 20 personas que la quieren, no hay que dársela a los diez últimos que han llegado. Habrá que aumentar las becas del comedor hasta 20.
Celestino Corbacho
Sonríe mostrando sus dientes, blancos y perfectos. Contengo la respiración. Es realmente guapo. Debería estar prohibido ser tan guapo.
E. L. James
La epistemología, en el nivel de la historia natural, es en su mayoría inconsciente y en consecuencia difícil de modificar.
Gregory Bateson
El autor es el que menos cobra... De la edición de mi novela Corazón tan blanco, por la que el lector paga ocho dolares, yo me llevo sólo 40 centavos.
Javier Marías
El enfado es un mecanismo de defensa. Si estás a la defensiva es porque tienes miedo.
Louise Hay
Si un pintor no es el más útil, es el menos perjudicial miembro de una sociedad.
Man Ray
Nadie cree las verdades hasta que se las hace conocer la experiencia.
Manuel Fernández y González
Tú nunca sabrás que Jesús es todo lo que necesitas hasta que Jesús sea todo lo que tengas.
Max Lucado
Como en las peores etapas del '55 y del '76 salen como comandos civiles y grupos de tareas, para agredir a los que no piensan como ellos, en forma vergonzosa.
Néstor Kirchner
No fuimos creados para morir, sino que morimos por nuestro pecado. Nos perdió nuestro libre albedrío; y hemos quedado esclavizados, los que éramos libres; por el pecado hemos sido vendidos.
Taciano
La vida del hombre conserva su sentido hasta el aliento final, hasta que exhala el último suspiro.
Viktor Frankl
Con frecuencia pedimos al cielo recursos que residen en nosotros mismos. El destino celeste nos deja libres en nuestras acciones y no retarda nuestros designios, sino cuando somos lentos en ejecutarlos.
William Shakespeare