Quien al tocar ciertos puntos o al profundizar ciertas materias no pierde la razón, prueba que no la tiene.
Gotthold Ephraim Lessing
La vista del borracho es la mejor lección de sobriedad.
Anacarsis
¡Eran más negras que las alas del cuervo de la tempestad!
Edgar Allan Poe
Era demasiado bueno para durar, pensó. Ahora pienso que ojalá hubiera sido un sueño y que jamás hubiera pescado el pez.
Ernest Hemingway
La enfermedad es la mayor imperfección del hombre.
Georg Christoph Lichtenberg
El desarrollo económico bajo ninguna condición puede conducir a la libertad o constituir una prueba para su existencia.
Hannah Arendt
Temes a la imaginación. Y a los sueños más aún. Temes a la responsabilidad que puede derivarse de ellos. Pero no puedes evitar dormir. Y si duermes, sueñas. Cuando estás despierto, puedes refrenar, más o menos, la imaginación. Pero los sueños no hay manera de controlarlos.
Haruki Murakami
Aquel que lleva en el corazón una visión maravillosa, un ideal noble, algún día lo realizará.
James Allen
Es privilegio de los bufones decir verdades que todos callan.
Neil Gaiman
Perdona siempre a tu enemigo. No hay nada que lo enfurezca más.
Oscar Wilde
El modo más efectivo de fortalecer nuestra comunidad es diseminar la comprensión del valor de la libertad -enseñar a más gente la inaceptabilidad moral del software no-libre. La gente que valore la libertad es, a largo plazo, su mejor y esencial defensa.
Richard Stallman
Usted puede hacer muy poco con la fe, pero no puede hacer nada sin ella.
Samuel Butler
Llorando más allá de lo debido, con ese inmenso dolor te vas marchitando, sin que tu llanto se vea como solución a la desgracia.
Sófocles
La justicia inflexible es frecuentemente la injusticia más grande.
Terencio
La ignorancia es la carga más pesada. Pero quien lo lleva no lo siente.
Valeriu Butulescu
Él que sobre todas las cosas amaba la muerte, y que quizá sólo amaba a la muerte, amó y vivió con deliberada y pervertida curiosidad, tal y como ama un enamorado que deliberadamente se reprime ante el prodigioso cuerpo complaciente, dispuesto y tierno de su amada, hasta que no puede soportarlo y entonces se lanza, se arroja, renunciando a todo, ahogándose.
William Faulkner