El nadaísmo es un estado del espíritu revolucionario, y excede toda clase de previsiones y posibilidades.
Gonzalo Arango
Quien perdona todo ha debido perdonarse todo.
Antonio Porchia
Todo el aspecto sentimental de nuestra sensibilidad estética -sin el cual ésta sería perceptiva y matemática más que estética- se debe a nuestra constitución sexual remotamente excitada.
George Santayana
Con los negocios sucede lo mismo que con el baile: hácese indispensable que las personas bailen al compás.
Goethe
Quisiera que vieses la cara estúpida que pongo cuando la gente habla de Carlota, y, sobre todo cuando me preguntan si me gusta. ¡Gustarme! Odio de muerte esta palabra. ¿Qué hombre habrá a quien no le guste, a quien no le robe el pensamiento, todo el corazón?... ¡Gustar!
Tenemos el deber de no ignorar la realidad nacional, pero tenemos también el deber de no ignorar la realidad mundial. El Perú es el fragmento de un mundo que sigue una trayectoria solidaria.
José Carlos Mariátegui
Los escritores mienten, aun los más sinceros.
Marguerite Yourcenar
Nosotros, de la prensa, somos unos criminales del adjetivo. Con la más eufórica de las irresponsabilidades les llamamos "ilustre", "insigne", "formidable" a cualquier don nadie.
Nelson Rodrigues
La imaginación no es más que el aprovechamiento de lo que se tiene en la memoria.
Pierre Bonnard
Quién bien baila, de boda en boda se anda.
Proverbio
Ese es tu problema, ¿sabes? No haces lo que quieres.
Ryan Gosling
Es tan grande el placer que se experimenta al encontrar un hombre agradecido que vale la pena arriesgarse a no ser un ingrato.
Séneca
Creemos que existe algo así como llegar a ser un buen aprendiz y, por consiguiente, que los maestros deben efectuar mucho aprendizaje en presencia de los niños y en colaboración con ellos.
Seymour Papert
Habla para que yo te conozca.
Sócrates
Algunas veces sólo tienes una oportunidad para reclamar tu lugar en el mundo.
Vanessa Montfort
Todos los hombres tienen una natural e irrenunciable derecho a practicar el culto a Dios según los dictados de sus propias conciencias.
William Penn