Siempre dijimos tener un arma secreta en nuestra lucha contra los árabes: el no tener alternativa.
Golda Meir
Si los hombres de ciencia, atemorizados por los déspotas, se conforman solamente con acumular saber por el saber mismo, se corre el peligro de que la ciencia sea mutilada y que vuestras máquinas sólo signifiquen nuevas calamidades.
Bertolt Brecht
Una sociedad jerarquizada solo es posible si se basa en la pobreza y en la ignorancia.
George Orwell
Mañana es sólo un adverbio de tiempo.
Joan Manuel Serrat
Tu nombre es un grito de guerra.
John Hurt
¿Qué importa el mundo, si perdona Dios?
Jorge Isaacs
No basta cargar, es necesario amar la cruz que Jesús nos pone sobre las espaldas.
Juan Bosco
Nunca me he puesto a pensar lo que pienso durante un partido.
Marcelo Ríos
A los quince años tenía el rostro del placer y no conocía el placer.
Marguerite Duras
Apenas se durmieron los cebiles.
Raúl Galán
Nada nos enreda en mayores males que el atenernos a los rumores, en la creencia de que lo mejor es lo aceptado por consentimiento de muchos, y el seguir los ejemplos más numerosos, rigiéndonos, no por la razón, sino por la imitación de los demás.
Séneca
El laboratorio de una fábrica es el mejor lugar para aprender sobre el fracaso.
Soichiro Honda
El dolor es para el alma un alimento fecundo.
Théodore de Banville
Un jesuita es capaz de zamparse un par de templarios a la hora del almuerzo, y otros dos a la hora de la cena.
Umberto Eco
Denme un hombre de oración, y será capaz de todo.
Vicente de Paul
Pues bien, mi trabajo: arriesgo mi vida y mi razón destruida a medias. -bueno- pero tú no estás entre los marchands de hombres que yo sepa; y puedes tomar partido, me parece, procedente realmente con humanidad pero, ¿Qué quieres?
Vincent van Gogh