Siempre sentía demasiado frío por fuera, y demasiado vacío por dentro.
Golda Meir
El valor de la meta está en la meta propia, y, por lo tanto, el objetivo no puede lograrse a menos que sea perseguido por su propio bien.
Arnold J. Toynbee
El hombre se hace feminista cuando no sabe ya cómo agradar a las mujeres. La mujer se hace feminista cuando ya no sabe cómo agradar a los hombres.
Enrique Jardiel Poncela
... sólo la práctica cristiana, una vida tal como la vivió el que murió en la cruz, es cristiana. Todavía hoy esa vida es posible, para ciertos hombres es incluso necesaria: el cristianismo auténtico, el originario, será posible en todos los tiempos...
Friedrich Nietzsche
Los seres humanos son motivados únicamente por el deseo de obtener placer y evitar el dolor.
Jeremy Bentham
El viejo río fluía a la caída del día en todo su cauce, después de siglos de servicios prestados a la raza que poblaba sus márgenes, en la tranquila dignidad de un curso de agua que lleva a los confines de la Tierra.
Joseph Conrad
Si tiene más de tres acordes, es jazz.
Lou Reed
El artista es aquel capaz de crear, el que guardas en la retina y lo saboreas, otra cosa.
Morante de la Puebla
Cada vez que he visto cambiar este mundo siempre ha sido para peor.
Natalie Portman
Gale, a quien nunca he visto llorar, tiene lágrimas en los ojos. Para evitar que se derramen, me inclino hacia delante y presiono mis labios contra los suyos. Sabemos a calor, cenizas y miseria. Es un sabor sorprendente para un beso tan suave.
Suzanne Collins
A dónde irán los besos que guardamos, que no damos.
Víctor Manuel
La vida exige a todo individuo una contribución y depende del individuo descubrir en qué consiste.
Viktor Frankl
Subviraje es cuando ves el árbol contra el que te vas a estrellar. Sobreviraje es cuando sólo lo sientes.
Walter Röhrl
El niño conoce instintivamente a su amigo y a su enemigo.
Walter Scott
El hombre a quien no conmueve el acorde de los sonidos armoniosos, es capaz de toda clase de traiciones, estratagemas y depravaciones.
William Shakespeare
El amor no posee ni será poseído, porque es suficiente en sí mismo.
Yibrán Jalil Yibrán