... algunos casquivanos o majaderos se divierten y complacen en fingir familiaridad con el vulgo para hacerle sentir después su desprecio de manera asertiva.
Goethe
Amo los toros, nunca dejan de seducirme.
Ángeles González-Sinde
Para que un hombre sea realmente feliz es menester que esté contento de sí mismo.
Armando Palacio Valdés
No hay cuestión ni pesadumbre que sepa amigo, nadar; todas se ahogan en vino, todas se atascan de pan.
Francisco de Quevedo
Un hombre, sea quien sea, que no tiene oficina adonde acudir, lleva consigo una desgracia de la que no puedes hacerte una idea.
George Bernard Shaw
En la pugna entre el arroyo y la roca, siempre triunfa el arroyo. no porque sea muy fuerte, sino porque persevera.
H. Jackson Brown
El orgullo de quien se cree hermosa daba a su andar un ritmo insolente.
Isabel Allende
Todas las filosofías cínicas han hecho su entrada en la sociedad arropándose con los guiñapos de la franqueza.
José Ortega y Gasset
Cuando se abandona el Tao aparecen la ética y la moral. Con la verdad y la justicia surgen los grandes hipócritas. Cuando no existe armonía entre los parientes, hablan de lealtad a la familia y de honrar a los padres. Cuando hay revueltas en el reino, aparecen el patriotismo y el nacionalismo, inventando así la fidelidad del buen súbdito. Cuando el Tao se pierde aparece la falsedad.
Lao-Tse
La ciudad se está desmoronando, no puede durar mucho más; su tiempo ha pasado. Es demasiado vieja...
Le Corbusier
... Zapatero viene a Galicia a dar coces... viene a comportarse como un hooligan británico.
Mariano Rajoy
El miedo nunca llevó a nadie a la cima.
Publilio Siro
El descanso es algo bueno para los muertos.
Thomas Carlyle
Toma consejo del hombre sabio y de buena conciencia; y apetece más ser enseñado de otro mejor que seguir tu parecer.
Tomás de Kempis
Para hacernos honorables en el mundo y para tranquilizar nuestra propia conciencia, confiamos más en los vicios ajenos que en las virtudes propias.
Ugo Foscolo
Amar significa abrirle la puerta a ese destino, a la más sublime de las condiciones humanas en la que el miedo se funde con el gozo en una aleación indisoluble, cuyos elementos ya no pueden separarse. Abrirse a ese destino significa, en última instancia, dar libertad al ser: esa libertad que está encarnada en el Otro, el compañero en el amor.
Zygmunt Bauman