Los matemáticos son un poco como los franceses: cuando se les dice algo, lo traducen a su lengua y al punto pasa a ser otra cosa.
Goethe
La modestia es la virtud de los que no tienen otra.
Álvaro de Laiglesia
No finjas más, no ocultes la excesiva hambre de mí que te arde en la mirada.
Antonio Gala
El entusiasmo mueve el mundo.
Arthur James Balfour
Prestad oído al consejo de quien sabe mucho, pero sobre todo prestadlo al consejo de quien mucho os ama.
Arturo Graf
El pueblo sólo es soberano el día de las elecciones.
Castelao
La belleza es poder; una sonrisa es su espada.
Charles Reade
Te espero sin plazo ni tiempo. No temas noche, neblina ni aguacero. Acude con sendero o sin sendero. Llámame a donde tú eres, alma mía, y marcha recto hacia mí, compañero.
Gabriela Mistral
La fe se va por la ventana cuando la belleza entra por la puerta.
George Edward Moore
Cualquier persona capaz de sentir verdadera pena es capaz de hacer el bien.
Harriet Beecher Stowe
Te has muerto y me has matado un poco. Porque no estás, ya no estaremos nunca completos, en un sitio, de algún modo.
Jaime Sabines
Creo que los países serán un solo sitio de amor para los hombres, a pesar de los pactos, a pesar de los límites, los cónsules, a pesar de los libres que se dan por esclavos.
Jorge Debravo
Al fin miramos a nuestro alrededor, consultamos nuestras conciencias, levantamos nuestras frentes, sacudimos nuestro letargo, nos inspiramos en nuestras convicciones, dirigimos los ojos hacia la bandera de la patria, y el pueblo ha recuperado su dignidad y se halla dispuesto a sostenerla, aleccionado por el pasado.
Leandro Alem
La muerte no es más que un sueño y un olvido.
Mahatma Gandhi
El que manda, una vez que toma las decisiones, cuando las decisiones no producen el efecto deseado, no puedo decir: ‘esto no pasó porque vos que dijiste que ibas a hacer tal cosa no las hiciste’. De eso se trata mandar, de hacerse cargo de las cosas que uno tomó como su propia responsabilidad.
Marcelo Bielsa
Las lágrimas son el refugio de las mujeres feas, pero la ruina de las bonitas.
Oscar Wilde