El hombre sordo a la voz de la poesía es un bárbaro, sea quien sea.
Goethe
Estoy satisfecho con el misterio de la eternidad de la vida y con el conocimiento, el sentido, de la maravillosa estructura de la existencia. Con el humilde intento de comprender aunque más no sea una porción diminuta de la Razón que se manifiesta en la naturaleza.
Albert Einstein
Si un amigo te pide dinero, reflexiona bien cual de los dos quieres perder, sí el amigo o el dinero.
Anónimo
Las imágenes que experimentamos son construcciones cerebrales provocadas por un objeto, y no reflejos especulares del objeto.
António Damásio
Nada revela tan fiablemente el carácter de una persona como su voz.
Benjamin Disraeli
Querido Daniel, cuanto antes usted se de cuenta de esto, mejor: Nada en esta cochina vida vale dos duros si no tienes alguien con quien compartirlo.
Carlos Ruiz Zafón
La naturaleza hace que los hombres nos parezcamos unos a otros y nos juntemos; la educación hace que seamos diferentes y que nos alejemos.
Confucio
Hoy buscamos lo que mañana rehuiremos. Hoy deseamos lo que mañana nos asustará e, incluso, nos hará temblar de miedo.
Daniel Defoe
Bien sabido es que la ambición tanto puede volar como arrastrarse.
Edmund Burke
El guerrero que lucha por dinero sólo es leal a su bolsillo.
George R. R. Martin
En el contexto de esta etapa luminosa y brillante, se puso de pie en el sol y sintió que su misión de ser incongruente y remoto y oscuro de su profesiónal atentaba con la de sus compañeros.
Ian Fleming
Solo el cobarde muere dos veces.
Kalimán
David y Goliat es un libro sobre lo que ocurre cuando la gente normal se enfrenta a gigantes. Con gigantes me refiero a oponentes poderosos de todo tipo: ya sean ejércitos y guerreros imbatibles; ya sean la discapacidad, la desgracia o la opresión.
Malcolm Gladwell
Nadie se acordaría hoy del buen samaritano si además de buenas intenciones no hubiera tenido dinero.
Margaret Thatcher
En este trabajo se está despiertos toda la noche hasta que la escena sale.
Miguel Sandoval
Las leyes deben tener como objeto el interés del régimen establecido, cualquiera que éste sea y el mantenimiento de su autoridad, y de aquí se desprende, en su concepto, la verdadera definición de la justicia derivada de la naturaleza misma.
Platón