En vista de lo visto me desvisto, me desnudo a mí misma y me mantengo, me encanta este tener lo que no tengo.
Gloria Fuertes
El puerto se durmió esperando a que tú volvieras.
Amaia Montero
No existe la guerra inevitable. Si llega, es por fallo del hombre.
Andrew Bonar Law
Puede cubrir una gran cantidad de países en los libros.
Andrew Lang
El buen callar cien sueldos vale en toda plaza.
Arcipreste de Hita
A los animales a los que hemos hecho nuestros esclavos no nos gusta considerarlos nuestros iguales.
Charles Darwin
Sostengo, pues, que los mortales que no conocen el himeneo ni las dulzuras de la paternidad, son más felices que los que tienen hijos.
Eurípides
Renuncio a los honores, pero no a la lucha.
Eva Perón
Las personas con confianza no temen que desafíen sus ideas, disfrutan del combate intelectual que las enriquece. ¿Cómo se encuentran? Buscando a personas satisfechas consigo mismas, que se acepten tal como son y no tengan miedo de mostrarlo.
Jack Welch
¿Sabe cuál es la gran mentira de este país, senadora? Que el poder puede ser inocente.
Jesse Eisenberg
Una escuela es una fragua de espíritus.
José Martí
Los espectadores ven hoy un buen saque, a veces una buena devolución y eso es todo.
Marcelo Ríos
El silencio es oro cuando no se puede pensar en una buena respuesta.
Muhammad Ali
En el resplandor del Yo, la oscuridad de la ilusión se disipa para siempre.
Ramana Maharshi
Verlo allí, esperándome, me hace sonreír; nunca sonrío, salvo en los bosques.
Suzanne Collins
El encanto de la guerra procede asimismo de que es una situación simple, en la que es fácil elegir: el bien se opone al mal, los nuestros a los otros, las víctimas a los verdugos. Si antes el individuo podía pensar que su vida era inútil o caótica, en la guerra adquiere cierta gravedad.
Tzvetan Todorov