Mientras, doméstica o extranjera, tenga usted tiranía, ¿cómo puede tener patria? La patria es la casa del hombre, no la del esclavo.
Giuseppe Mazzini
La extensión y oscuridad de aquellos altos muros despertaron imágenes terroríficas en su mente, y casi esperaba ver a un grupo de bandidos asomando entre los árboles.
Ann Radcliffe
Quien quiera ver prosperar sus negocios, consulte a su mujer.
Benjamin Franklin
Por la boca mueren el pez y Oscar Wilde.
Fernando Pessoa
P:¿Tiene usted miedo a la muerte?
Frank Lloyd Wright
No puedes detener la primavera, pero la puedes aprovechar al máximo.
Friedrich Hebbel
¡Hombre! Pensador libre, crees que sólo tú piensas en este mundo en que la vida estalla en todo: de las fuerzas que tienes tu libertad dispone, pero de tus consejos se desentiende el cosmos.
Gérard de Nerval
La belleza es indivisible; el que ha llegado a poseerla, antes de compartirla prefiere anonadarla.
Goethe
Nuestra dignidad implica luchar contra su propia negación, implica luchar por un mundo donde la dignidad esté reconocida, donde por lo tanto no haya explotación, no haya poder-sobre. Eso obviamente es parte de la esperanza también, la esperanza implica una proyección hacia un mundo digno, hacia un mundo libre hacia un mundo auto-determinante. Para mí estos dos conceptos van juntos.
John Holloway
La mariposa revolotea como si desesperara en este mundo.
Kobayashi Issa
Se juzga según lo que se ve, lo que se mira, y se mira lo que se quiere. Por tanto, se juzga lo que se quiere.
Lao-Tse
Aquí reposan los restos de un ser que poseyó la belleza sin la vanidad, la fuerza sin la insolencia, el valor sin la ferocidad y todas las virtudes de un hombre sin sus vicios.
Lord Byron
No le hemos dado la alegría a mucha gente que tenía la botella de champán abierta por la muerte del betis.
Manuel Ruiz de Lopera
Todavía, en lugar de amar a nuestros niños más, instalamos detectores de metales en nuestras escuelas.
Michael Jackson
Porque sin lazos ni abrazos todo se rompe en pedazos.
Nach
Los niños comienzan por amar a los padres. Cuando ya han crecido, los juzgan, y, algunas veces, hasta los perdonan.
Oscar Wilde