La desesperación no consiste en estar cansado del sufrimiento, sino en estar cansado de la alegría.
Gilbert Keith Chesterton
No hay riqueza más peligrosa que una pobreza presuntuosa.
Agustín de Hipona
Inútil, les gusta ser malvados. La maldición de los colmillos. Desde hace dos mil años, odios, maledicencias, intrigas, guerras.
Albert Cohen
Si has de casarte, cásate por los oídos y no por los ojos.
Anónimo
Los filósofos son como los anatomistas y no como los médicos; disecan pero no curan.
Antoine de Rivarol
Grandes artes demuestra el mucho menester.
Arcipreste de Hita
El deseo y la felicidad no pueden vivir juntos.
Epicteto
Ninguna presencia podrá turbar esta alegría que me traes otra vez, encanto regenerador que detiene el tiempo.
Eugenio Montale
En verdad que la ingratitud del hombre es algunas veces inconcebible.
Gustavo Adolfo Bécquer
El hombre que se lamenta de la infelicidad podría, cuando menos, participar de la dicha de sus amigos y allegados; la envidia le priva de esta oportunidad.
Jean de la Bruyere
Un mero copista de la naturaleza jamás producirá algo extraordinario.
Joshua Reynolds
La moral que no tiene por objeto la felicidad es una palabra vacía de sentido.
Ludwig Feuerbach
Hay que luchar, Nadie llega a la perfección por mera renuncia.
Mahabharata
Vivimos inmersos en una ceguera total desde el día de nuestro nacimiento hasta el día de nuestra muerte y, en el breve intermedio que llamamos vida, somos incapaces de controlar lo que sucede a nuestro alrededor.
Matilde Asensi
No es en el silencio que los hombres se hacen, más en la palabra, en el trabajo, en la acción-reflexión.
Paulo Freire
Yo os digo que la alegría y la tristeza son inseparables.
Yibrán Jalil Yibrán