Hay más simplicidad en el hombre que come caviar por impulso, que en el que como nueces por principio.
Gilbert Keith Chesterton
El capitalismo te roba y te hace esclavo del salario. La ley mantiene y protege ese crimen. El gobierno te engaña haciéndote creer que eres independiente y libre. De ese modo eres embaucado y burlado todos los días de toda tu vida.
Alexander Berkman
Malvinas fue mi Waterloo.
Alexander Haig
No hay discurso dirigido a la multitud que no tenga el doble fin de aclarar la situación y de sugerirle algo a la masa.
Benito Mussolini
El dinero consagrado a la beneficencia no tiene mérito si no representa un sacrificio, una privación.
Cesare Cantù
La única función del tiempo es consumirse: arde sin dejar cenizas.
Elsa Triolet
Daría mi vida por Perón y por el pueblo. Porque estoy segura que solamente dándola me ganaré el derecho de vivir con ellos por toda la eternidad. Así, fanáticas quiero que sean las mujeres de mi pueblo. Así, fanáticos quiero que sean los trabajadores y los descamisados.
Eva Perón
La miseria ama la compañía.
John Ray
Hay un nuevo entendimiento universal de que las fuerzas de mercado son esenciales para el desarrollo sostenible.
Kofi Annan
Es de locura lo bonita que tienes la piel.
Marguerite Duras
En la Unión Soviética viven personas de muchas confesiones: cristianos, musulmanes, judíos, y budistas entre otros. Todos ellos tienen el derecho de satisfacer sus necesidades espirituales, por lo que en breve se adoptará en nuestro país la Ley de Libertad de Conciencia.
Mijaíl Gorbachov
Nuestras vidas no son más que la suma de múltiples contingencias, y no importa cuán diversas puedan ser en sus detalles, todas comparten una aleatoriedad esencial en su diseño: esto es eso, y debido a eso, esto.
Paul Auster
No entres donde no puedas pasar fácilmente la cabeza.
Proverbio
El que da rápidamente da dos veces.
Publilio Siro
Te llamo amigo, a ti que eres mi señor.
Rabindranath Tagore
La mayor parte de los hombres se precipitan como locos en el camino del amor, se hacen novios y cometen otras liviandades semejantes, de modo que lo único que consiguen es estragarlo todo en un instante, sin siquiera tener grabado en su espíritu ni lo que conquistaron ni lo que perdieron.
Søren Kierkegaard