¡Tedio cruel! Solo por olvido no te han hecho los autores de las penas del infierno figurar entre ellas.
Giacomo Casanova
Yo no me quiero casar Por no mantener familia; Me gusta solito andar Como gallo sin gallina.
Anónimo
A nadie hace violencia el que usa de su derecho.
Pensar en viejo me abruma y, sin embargo, pensar en joven, en sano y arrogante joven, me parece tan insípido...
Camilo José Cela
Las leyes, como las casas, se apoyan unas en otras.
Edmund Burke
El mundo es tan bonito y valioso que se lucha por él.
Ernest Hemingway
Cada uno de nosotros tiene un lugar, un primordial talento y la libertad de tomar su bandera y volar al sol. Para cada quien siempre hay una misión que habremos de cumplir...
Fernando Delgadillo
Los débiles y malogrados deben perecer: artículo primero de nuestro amor a los hombres. Y además se debe ayudarlos a perecer.
Friedrich Nietzsche
Todos los grandes hombres son maníacos. Están poseídos por una manía que los hace avanzar hacia una meta. Los grandes científicos, los filósofos, los líderes religiosos, todos son maníacos. ¿Qué otra cosa sino la ciega individualidad de un propósito podría dar sentido a su genio y mantenerlos en el camino de su empeño?
Ian Fleming
Que espacio y tiempo son solo formas de la intuiciónsensible, y por tanto sólo condiciones de la existencia de las cosas como fenómenos.
Immanuel Kant
Sangre debo llorar, llorar mis ojos, al pensar de mi padre en la existencia.
José Eusebio Caro
La mentira tiene muchas facetas: reticencia, cabildeo, murmuración... Pero es siempre arma de cobardes.
Josemaría Escrivá de Balaguer
¿En qué piensa usted que el surrealismo ha contribuido al arte en general? -En la misma medida en que el psicoanálisis ha contribuido a explorar el subconsciente.
Remedios Varo
Una casa vacía es como un perro callejero.
Samuel Butler
La prueba de toda verdad reside, sencillamente, en su eficacia.
William James
El socialismo es la filosofía del fracaso, el credo a la ignorancia y la prédica a la envidia; su virtud inherente es la distribución igualitaria de la miseria.
Winston Churchill