El horror a la vida social es una prueba de inteligencia, de tendencia a la espiritualidad.
Georges Duhamel
Las partidas simultáneas de ajedrez son algo muy interesante. Contribuyen a que los ajedrecistas ordinarios sepan comprender la trama de juego de un maestro, les permite competir con él, adivinar sus planes y aprender la técnica del juego.
Aleksandr Kótov
Iba por ahí, con las manos metidas en los bolsillos rotos; hasta tal punto mi gabán se volvía ideal...
Arthur Rimbaud
La libertad no es otra cosa que aquello que la sociedad tiene el derecho de hacer y el estado no tiene el derecho de impedir.
Benjamin Constant de Rebecque
Yo he estado sábados y domingos delante de las máquinas y eso me ha marcado mucho. La responsabilidad, el trabajo, el esfuerzo, el compartir lo que estás haciendo todos los días con los más cercanos a ti.
Francisco Camps
La avaricia lo pierde todo por quererlo todo.
Jean de La Fontaine
Todas las cosas, aún la adversidad, tienen un propósito en la vida.
Jim Rohn
Lo que se necesita para conseguir la felicidad, no es una vida cómoda, sino un corazón enamorado.
Josemaría Escrivá de Balaguer
Nos consolamos de nuestras incapacidades afirmando que somos capaces de todo cuando nos lo proponemos.
Jules Renard
No se dirá que el movimiento de liberación ruso será aplastado por el pueblo alemán, que posee la más grande y la más fuerte organización del proletariado internacional.
Karl Liebknecht
Para una persona no violenta, todo el mundo es su familia.
Mahatma Gandhi
La velocidad en el rodaje, vamos súper rápido. Estaba acostumbrada a ser muy metódica, a darle bastantes vueltas a todo y aquí se me ha acabado, es como un máster en interpretación.
María Valverde
Agitador... radical... es un señor bastante poco de fiar.
Mariano Rajoy
El jade necesita ser tallado para ser una gema.
Proverbio Chino
Al fin cada cual encuentra su Waterloo.
Wendell Phillips
De pronto me sentí a mí mismo, y a mi propio yo. Todos aquellos que se dan cuenta de Sí Mismos, son conscientes de su individualidad, pero solamente el ojo inflamado, el dedo lastimado, el diente enfermo se evidencian; pues el ojo sano, el dedo indemne, y el diente intacto no parecen existir. De modo que, sin duda alguna y con absoluta certeza, uno está enfermo cuando siente su propia personalidad.
Yevgueni Zamiatin