Todos los cementerios del mundo están llenos de gente que se consideraba imprescindible.
Georges Clemenceau
Boca de otro, que ríes de mí, en el milímetro que nos separa, caben todos los abismos.
Carlos Drummond de Andrade
Si así no lo hiciera, que Dios, la Patria y él me lo demanden.
Cristina Fernández De Kirchner
Nunca olvides qué eres, porque, desde luego, el mundo no lo va a olvidar. Conviértelo en tu mejor arma, así nunca será tu punto débil. Úsalo como armadura y nadie podrá utilizarlo para herirte.
George R. R. Martin
Un caballero es quien hace, no lo que quiere, sino lo que debe hacer.
Haruki Murakami
No hay ser que tenga mas fuerza que el que obra con honradez.
José Larralde
La religión ofrece pocas dificultades a los humildes, muchas a los soberbios, e insuperables a los henchidos de vanidad.
Julius Charles Hare
¿Metemos cruzcampo?
Manu Carreño
El estado de felicidad no existe en el hombre. Existen atisbos, instantes, aproximaciones, pero la felicidad termina en el momento en que empieza a manifestarse. Nunca llega a ser una situación continuada. Cuando no tienes nada, necesitas; cuando tienes algo, temes. Siempre es así. Total, que nunca se consigue.
Miguel Delibes
Lo que yo podría haber dado por amor, pero ya era tarde, mi corazón había muerto lentamente.
Nick Nolte
¿No es evidente que, por trascendentes y creadores que sean, el amor y el celo de Dios no podrían caer más que sobre un corazón humano, es decir, sobre un objeto preparado (lejana o próximamente) por todos los jugos de la Tierra?
Pierre Teilhard de Chardin
¿Qué quiere decir fama? ¿Siente el río la espuma? Pues la fama es espuma en la corriente de la vida.
Rabindranath Tagore
La soledad es como un suplicio ingenioso de la naturaleza que hace que nos encontremos con nosotros mismos para poder valorar a los demás...
Ricardo Arjona
Cuanto más estudios tengas, más difícil será que puedan darte una orden.
Rodrigo Mauregui
La vida, lo imprevisto, todo lo que no dominamos, no preveemos, era lo que me pasaba.
Romain Duris
El buen vino es una excelente y jovial criatura de Dios, cuando se hace de él un uso moderado.
William Shakespeare