Me convertí en un niño delante de una muñeca que cierra los ojos cuando se la acuesta.
Georges Brassens
Dad a un hombre la segura propiedad de una pelada roca, y la convertirá en un jardín; dadle, por el contrario, en arriendo de diez años, un jardín, y lo convertirá en un desierto... La magia de la propiedad trueca la arena en oro.
Arthur Young
Cuando niegas a Dios, niegas la dignidad humana. Quien defiende a Dios, está defendiendo al hombre.
Benedicto XVI
La fantasía nunca arrastra a la locura; lo que arrastra a la locura es precisamente la razón. Los poetas no se vuelven locos, pero sí los jugadores de ajedrez.
Gilbert Keith Chesterton
La mayoría de nuestras equivocaciones en la vida nacen de que cuando debemos pensar, sentimos, y cuando debemos sentir, pensamos.
John Churton Collins
Las expectativas hacen algo más que anular las sorpresas, embotan las emociones, las banalizan, todo lo que se deseaba o temía ya había sido vivido mientras se deseó o temió.
José Saramago
En el ocaso de nuestra vida seremos juzgados en el amor.
Juan de la Cruz
Desgraciadamente, la mayoría de los niños no tienen a nadie que desempeñe el papel que el psicólogo tuvo en la vida de Gillian, y más aún en la actualidad. Cuando un niño es demasiado nervioso e inquieto, le recetan algo y le piden que se tranquilice.
Ken Robinson
Conoce primero los hechos y luego distorsiónalos cuanto quieras.
Mark Twain
El carácter de todo acto depende de las circunstancias en las que se hace.
Oliver Wendell Holmes
Cuando lleguen las lágrimas: aguanta, sufre y. Sigue adelante.
Pablo Picasso
La familia es más sagrada que el Estado.
Pío X
Escucha, serás sabio. El comienzo de la sabiduría es el silencio.
Pitágoras
Dad a los pobres un aprendizaje racional y útil; si no es así, no os burléis de su ignorancia y de su pobreza, limitándoos a abrirles los ojos respecto del grado de degradación en que viven.
Robert Owen
Pues lo que se dice a veces daña, más lo que se escribe puede herir hasta morir.
Tiziano Ferro
Cualquier género es bueno, salvo el género de lo enfadoso.
Voltaire