El deseo de orar es una oración en sí mismo.
Georges Bernanos
Es de importancia para quien desee alcanzar una certeza en su investigación, el saber dudar a tiempo.
Aristóteles
Entonces al mirar a Mercy a su lado y al ver su rostro tan rebosante de bondad, imbuido de calma y certeza, le pareció que si lograba pasar con ella el resto de su vida, conocería un amor, una felicidad y una paz como no los había conocido nunca. Fue en ese momento cuando decidió casarse con ella.
Edward Rutherfurd
El dolor siempre produce lógica, que es muy malo para ti.
Frank O'Hara
Los soñadores sueñan del cuerpo para arriba, con los cuerpos firmemente atados a una silla eléctrica.
Henry Miller
Tu canción tiene el frío del último encuentro. Tu canción se hace amarga en la sal del recuerdo. Yo no sé si tu voz es la flor de una pena, sólo sé que al rumor de tus tangos, Malena, te siento más buena, más buena que yo.
Homero Manzi
Las mujeres creen inocente todo cuando pretenden.
Joseph Joubert
Yo imaginaba ver aquello a través de los recuerdos de mi madre; de su nostalgia, entre retazos de suspiros. Siempre vivió ella suspirando por Comala, por el retorno; pero jamás volvió. Traigo los ojos con que ella miró estas cosas.
Juan Rulfo
No hay deseo sin prohibición.
Kristen Stewart
La nítida diferenciación de los sexos en nuestra cultura debió probablemente su configuración a la monogamia y la monosexualidad y sus tabúes. Fue una violación de la naturaleza.
Lawrence Durrell
Por mi parte, tengo edad y riqueza suficientes para permitirme el lujo de una actitud moral en un mundo en que la moral pasó de moda.
Morris West
Lo importante es que hablen de ti, aunque sea bien.
Salvador Dalí
Cuán audaz se vuelve uno cuando está seguro de ser amado.
Sigmund Freud
Extendió la mano, invitándola a entrar con un gesto que daba a entender que la juzgaba dueña de sus actos y que para él no era una respetuosa señora casada, sino un verdadero ser humano.
Sinclair Lewis
No comprenderás pero escucha el dolor no me lo puedo llorar en un pañuelo.
Tristan Tzara
Las canas ya no se respetan. Se tiñen.
Woody Allen