La Biblia es literatura, no dogma.
George Santayana
Trata tú mismo de reconocer tus defectos, puesto que tus amigos no te advertirán de ellos por no hacerte daño, y tus enemigos porque se alegran de tus faltas.
Anónimo
En mi viaje no descubrí sólo el amor, sino también quiénes somos y la profunda medida en que estamos conectados, es decir, el verdadero sentido de toda existencia. Allí arriba descubrí quién soy y al volver aquí comprendí que los últimos cabos sueltos de mi ser estaban atándose.
Eben Alexander
Mientras no seamos capaces de controlar nuestros engaños, como el apego, tendremos que experimentar sufrimientos y problemas de manera continua, durante toda esta vida y en las vidas futuras sin cesar.
Gueshe Kelsang Gyatso
Una democracia auténtica debe instaurar la pena de muerte.
Gustavo Bueno
Este hombre es un ser humano lo mismo que yo: tiene tantos motivos para tener miedo de mí, como yo para tener miedo de él.
Herman Melville
Los hombres hacen las leyes; las mujeres, las costumbres.
Jacques Antoine Hippolyte de Guibert
Los atléticos no nos vamos a dejar robar este partido. ¡¡Muerte al invasor!! ¡¡Basta ya de que nos roben!!
Jesús Gil y Gil
Después que se haga millonario, puede Ud. Regalar todo su dinero, porque lo importante no es el millón de dólares. Lo importante es la persona en que se ha convertido Ud. Durante el proceso de hacerse millonario.
Jim Rohn
Cuanto más veo, menos sé con certeza.
John Lennon
Sobrevivir, Rick. Significa tomar decisiones difíciles.
Jon Bernthal
La música no es sólo el arte más joven, sino tal vez el único cuyo ejercicio, si ha de ser eficaz, exige una completa juventud de espíritu.
Manuel de Falla
La elaboración de la cultura, y sobre todo la cultura como patrimonio, lógicamente ha correspondido a intelectuales ligados a las clases dominantes.
Manuel Vázquez Montalbán
El prejuicio más grande que existe es el de querer ser moderno a toda costa.
Manuel Vicent
Se me olvidó cómo era lo que yo decía.
Óscar Arias Sánchez
Donde rompen los amantes para siempre queda el monumento de su despedida. Lo volverán a ver intacto y marmóreo cuantas veces pasen por este sitio.
Ramón Gómez de la Serna