Un filósofo es un hombre, y su primer y último cuidado debería ser la ordenación de su alma: solamente desde ese centro puede él estudiar el mundo.
George Santayana
Si no tiene amigos, no tienes nada.
Billie Holiday
Aquél que procura asegurar el bienestar ajeno, ya tiene asegurado el propio.
Confucio
Simplemente fui un muchacho hedonista.
Fito Páez
Cuanto más altas sean tus metas, más necesidad tendrás de cambiar los corazones, las mentalidades y las acciones de la gente.
Guy Kawasaki
¡Viva la gente honesta! Son menos sinvergüenzas que otros.
Henry Becque
La carga del pasado es infinita.
Jorge Luis Borges
Aunque los hombres están casi siempre dispuestos a ser mandados, muy raras veces se conforman con parecerlo.
José María Luis Mora
La idea de la verdad, que se mide por un consenso verdadero, implica la idea de la vida verdadera. Podemos también afirmar: incluye la idea de la emancipación.
Jürgen Habermas
Así que disfrutar chicas dulces dieciséis que ningún hijo de puta os de menos de lo que os merecéis.
Kase.O
Todos somos únicos, sólo que nunca como nos imaginamos.
Kate Morton
¿Y cuál es el gran mal del mundo? Lo tengo clarísimo: la ambición de poder y de dinero. Es la madre de todas las desgracias que han sucedido y se sucederán.
Quino
¿Quién es mejor, Raúl o Ronaldo? Para mí, Raúl. Lo tiene todo. Ronaldo te puede romper en una jugada, pero con Raúl son noventa minutos de lucha y movimiento, todo lo que hace lo hace bien. En este momento es mejor que Ronaldo aún cuando no juega muy bien. Aunque se diga que no está en racha, cuando el Madrid necesita alguien que tire, ahí está él. Lo ha hecho tantas veces...
Raúl González Blanco
Filmación. Nada en lo inesperado que secretamente tú no esperaras.
Robert Bresson
Ella es una mujer romantica, yo soy un hombre exquisito, yo le tocaba las chochas y ella me tocaba el pito.
Roberto Iniesta
Hay una mente, una mente omnipresente y omnífica. Su nombre sagrado es el amor. ¡Oh verdad de sublime grandeza! Quien se nutre sacia con ella su alma constante, escapa con una bendición de este ínfimo mundo.
Samuel Taylor Coleridge