La mujer no existe. Sólo hay mujeres cuyos tipos varían al infinito.
George Sand
¿Alguna vez has enterrado la nariz en un monte de rizos, deseando quedarte dormido ahí, para siempre?.
Al Pacino
Cuando los gobiernos son austeros, las sociedades son prósperas.
Esperanza Aguirre
Uno pica una cebolla y se pone a llorar; tráigame usted una hortaliza que me haga reír.
Fidel Pintos
Llega un tiempo en que, gastados del dolor los filos, ese afán, esa angustia, esa congoja, truécanse, al fin, en plácida tristeza, y en ella absorta, embebecida el alma, repliégase en si misma, silenciosa, y ni la dicha ni el placerenvidia.
Francisco Martínez de la Rosa
La infancia es ignorante; la mocedad, ligera de cascos; la juventud, temeraria, y la vejez, malhumorada.
Fray Luis de Granada
No te dejes contagiar, no des ninguna opinión como tuya antes de ver si se adecúa a ti, mejor opina tú mismo.
Georg Christoph Lichtenberg
Usa ropa interna audaz, bajo tu atuendo de oficina más solemne.
H. Jackson Brown
La franqueza áspera produce las más de las veces odio; pero la lisonja produce desprecio siempre.
Ignacio Manuel Altamirano
Todos los hombres culpan a la naturaleza y al destino, pero su destino es sobre todo el eco de su carácter y de sus pasiones, sus errores y sus debilidades.
John Green
La alimentación es vida, y la vida no debe separarse de la naturaleza.
Masanobu Fukuoka
El líder competente no requiere ningún título para que le den el respeto de sus seguidores. Las puertas de la oficina de un verdadero líder están abiertas a todos aquellos que quieran entrar y su lugar de trabajo está libre de formalidad o de ostentación.
Napoleon Hill
El que mata a otro sin autoridad o causa justa, a él propio se condena a muerte.
Pachacútec
Hay que amigarse con la muerte. Hubo un momento en el que la sentí en mi espalda, heladísima, y me dio mucha pena morirme. Sentí que no era el momento. Pero ahora todo lo tomo con alegría.
Rebeca Ghigliotto
Un día de estos voy a abrir tanto la boca que me caeré dentro.
Stephen King
Quien desconoce el motivo de las normas está condenado a respetarlas.
Valérie Tasso