La cordura no depende de las estadísticas.
George Orwell
La existencia es algo fortuito, no tiene ningún sentido salvo el que elegimos imponer.
Alan Moore
Aunque el tiempo desgaste muchas cosas, te sigue faltando algo cuando acaba un amor.
Alejandro Sanz
... es un tópico manoseado que nada se puede expresar con tal corrección que no se lo pueda viciar interpretándose mal.
Baruch Spinoza
No podemos perder con papelitos lo que hemos ganado con fusiles.
Eloy Alfaro
No se pueden construir submarinos leyendo las obras de Julio Verne; no puede crearse una sociedad humanista leyendo a los profetas.
Erich Fromm
Si hay tantos peces en el mar porque siempre pesco el que no me deja nada o uno que le cuelgan muchas más.
Francisca Valenzuela
¡Dejadme escapar de la mentirosa y criminal ilusión de la felicidad! Dadme trabajo, cansancio, dolor y entusiasmo.
George Sand
Solamente cuando está uno en el extranjero aprende el hechizo de la lengua materna; sólo en el extranjero se conoce lo que quiere decir patria.
Gustav Freytag
El ritmo es lo más importante porque es la magia, lo que invita a la audiencia a bailar y lo que yo quiero son lectores que bailen con mis palabras.
Haruki Murakami
El Yo es el Sentido de la Vida. ¡Yo!
Horst Matthai Quelle
La fuerza, el odio, la historia, todo eso. Eso no es vida para los hombres y las mujeres, insultos y odio. Y todo el mundo sabe que es precisamente lo contrario lo que es la vida de verdad.
James Joyce
Un afecto calculado nunca era digno de confianza.
John Irving
Mi voluntad individual es destructora del Estado.
Max Stirner
Educar es una palabra que puede ser bellísima y también puede ser horrible. Etimológicamente educare procede de ducere, es decir, de conducir: agarras a alguien por el cuello y lo llevas a donde te parezca. Muchos de nuestros textos de historia están hechos de esta manera.
Roberto Rossellini
Al iniciarse la guerra civil, yo me sentía republicano y partidario del concepto de una España federal. Por tanto, no deseaba entonces, ni deseo ahora, el enfrentamiento sino la concordia. Sufrí mucho, espiritualmente, porque sufrí por ambos bandos.
Salvador Espriu