Pueden forzarte a decir cualquier cosa, pero no hay manera de que te lo hagan creer. Dentro de ti no pueden entrar nunca.
George Orwell
La pluma está en mi mano vacilante y medrosa, pero en mi corazón no florecen los versos.
Abraham Valdelomar
Hay quien diría que veo las cosas de una determinada manera porque soy informático. Yo siempre digo que me hice informático porque veo las cosas de una determinada manera.
Alfredo de Hoces
Al hablar de destrucción de fuerzas enemigas hemos de observar que nada nos obliga a limitar este concepto simplemente a las fuerzas físicas, sino que por el contrario, deben comprenderse en ellas, necesariamente, las morales.
Carl von Clausewitz
La buena crianza nos exige que no hablemos a las personas de lo que no entienden, de lo que no les interesa; que no aburramos al prójimo con las preocupaciones de nuestro egoísmo haciéndole prestar atención a nuestras gracias, aventuras y milagros.
Clarín
La vida no tiene valor sino por su consagración a la verdad y al bien.
Ernest Renan
Alonso es el mejor, pero necesita un Ferrari competitivo.
Fernando Alonso
Huye de los elogios pero trata de merecerlos.
François Fénelon
La falta de dinero es la raíz de todo mal.
George Bernard Shaw
El sexo no es el objeto único de la pasión sexual. La naturaleza entera es para el hombre un objeto secundario de la pasión sexual; la belleza de la naturaleza se debe en buena medida a este hecho.
George Santayana
Escribir es perdurar en la palabra, creo que sólo la ausencia puede nombrar a la ausencia. Pronunciar una palabra es fundar ya el olvido.
Isidoro Blaisten
En el mundo lo que importa es el poder, la educación viene después.
James McAvoy
La historia de los hombres es la historia de sus desencuentros con Dios, ni él nos entiende a nosotros ni nosotros lo entendemos a él.
José Saramago
La paz es un don de Dios y, al mismo tiempo, una tarea de todos.
Juan Pablo II
Lugar de competiciones, pero también del dolor y sufrimiento.
Las elecciones no están lejos cuando un candidato te reconoce desde el otro lado de la calle.
Kin Hubbard