Un padre vale por cien maestros.
George Herbert
La palabra que retienes dentro de ti es tu esclava; la que se te escapa es tu señora.
Anónimo
Somos lo que hacemos día a día; de modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito.
Aristóteles
No hay sino dos clases de gentes a quienes se puede juzgar razonables: aquellos que sirven con todo su corazón a Dios, porque le conocen, y aquellos que le buscan con todo su corazón, porque no le conocen.
Blaise Pascal
No es verdadera norma de conducta la que se descubre fuera del hombre, es decir, la que no deriva directamente de la propia naturaleza humana.
Confucio
Que tengan fronteras los conocimientos científicos, según las previsiones es imposible.
Dmitri Mendeléyev
Una sola palabra basta para destruir la dicha de los hombres.
François-René de Chateaubriand
Un loco enamorado sería capaz de hacer fuegos artificiales con el sol, la luna y las estrellas, para recuperar a su amada.
Goethe
¿Qué son letras? Como mediaglíficos sólo que son negras y diminutas, no se mueven y son viejas, aburridas y difíciles de leer. Pero puedes usarlas para hacer palabras cortas para palabras largas.
Neal Stephenson
¿Y no basta con abrir los ojos y mirar para convencernos de que la realidad es, en realidad, el más auténtico de los milagros?
Oliverio Girondo
Tanto sufrimiento fue un entrenamiento para saberte valorar.
Pablo Hasél
Le daría 50 años de contrato a Pep Guardiola.
Pep Guardiola
Es natural que el hombre ame a su país y a sus amigos y odie a los enemigos de ambos. Pero al escribir la Historia debe prescindir de tales sentimientos y estar dispuesto a alabar a los enemigos que lo merezcan y a censurar a los amigos más queridos y más íntimos.
Polibio
El Nacionalsocialismo es ciencia racial aplicada.
Rudolf Hess
Lo que garantiza nuestra existencia no es la facultad de recordar, sino la capacidad de olvidar.
Sholem Asch
La bóveda del mundo estaba teñida de colores espléndidos. Las estrellas también tenían ganas de participar, y cuando la manta de colores empezó a deslizarse al otro lado del horizonte, centellearon a través del intenso azul.
Yann Martel