La veracidad es una planta del paraíso, y las semillas nunca han prosperado más allá de sus paredes.
George Eliot
Estoy podrida hasta el alma.
Barbara Stanwyck
En los momentos serenos acuérdate de temer siempre a la adversidad y en la adversidad acuérdate de tener esperanza siempre en cosas mejores.
Catón
¿Cómo convirtió Stalin a la Unión Soviética en una super potencia? A lo recontra bestia.
Diana Uribe
Al oír un eco muchos creen que el sonido proviene de él.
Ernest Hemingway
Vuelve conmigo, soy incapaz de hablar porque te amo, porque te amo es una palabra que viene del mundo de lo vano y de lo viejo reiterado, vuelve conmigo, soy incapaz de hablar.
Forugh Farrojzad
Todo queda en la familia...
Humphrey Bogart
Una mujer que ama a un hombre de talento, le ama menos por el talento que tiene que por el que le reconocen.
Jean-Baptiste Alphonse Karr
La comedia y la tragedia se entremezclan en la vida, Gilbert. Lo único que me persigue todavía es la historia de esos dos que vivieron juntos cincuenta años, odiándose. No puedo creer que haya sido así. Alguien ha dicho que el odio es solamente el amor que no encontró el camino. Estoy segura de que debajo del odio, en realidad se amaban.
Lucy Montgomery
Si basta un solo cabello para atar mi voluntad, sin que haya necesidad de echarme cadena al cuello.
Luis de Góngora
Imponer condiciones excesivamente duras es dispensar de su cumplimiento.
Napoleón Bonaparte
Aunque vuelva 50 veces a Nürburgring no voy a sentir nada diferente.
Niki Lauda
Perdona a tu hijo si confiesa su falta, también si la oculta; pero no si la niega.
Pitágoras
La superación de la pobreza, es el mayor imperativo moral que tiene el planeta, ya que por primera vez en la historia de la humanidad, la pobreza no es fruto de la escasez de recursos, de factores naturales, de las grandes hambrunas, sino que es fruto de sistemas injustos, excluyentes.
Rafael Correa
¿Cuánto más necesito para ser Dios?
Roberto Iniesta
Se siente solidario de todo escrito cuyo principio sea que el sujeto no es más que un efecto de lenguaje. Imagina una ciencia muy vasta en cuyo enunciado el sabio terminaría por incluirse finalmente, y que sería la ciencia de los efectos de lenguaje.
Roland Barthes