Lo que es razonable es una realidad, y lo que es una realidad es razonable.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel
Los colosos financieros que se han cruzado en mi camino -editores, marchantes de obras de arte, banqueros, productores cinematográficos- eran sin excepción seres idiosincrásicos, excéntricos, irracionales y fundamentalmente ingenuos; casi la antítesis exacta de la imagen popular del hombre de negocios duro y astuto.
Arthur Koestler
Todo es de noche hoy y el alma es un oscuro alimento que no puede comerse.
Beatriz Villacañas
Cuba ha llevado a Haití médicos; Estados Unidos ha llevado militares. ¿Eran necesarios 10.000 militares de Estados Unidos en Haití?
Cayo Lara
La distancia es la piedra de toque de los verdaderos afectos.
Enrique Lacordaire
El misticismo es tan sólo la más compleja forma de ser afeminado y decadente. El único lado útil de la inutilidad.
Fernando Pessoa
Y no habré oído nunca lo que nadie me dijo: tu nombre, poesía.
Gilberto Owen
Todos los días deberíamos oír un poco de música, leer una buena poesía, contemplar un cuadro hermoso y si es posible, decir algunas palabras sensatas.
Goethe
No es posible meter el pie dos veces en el mismo río.
Heráclito
La guerra entre naciones conlleva a la desgracia, pero la guerra civil de una nación produce ruina por cuanto divide familias y amigos. La paz posterior a la guerra civil es frágil producto del odio y la sed de venganza de sus participantes.
Jorge González Moore
Si el mundo alguna vez consigue a ser mejor, solo habrá sido por nosotros y con nosotros.
José Saramago
Como arquero me equivoqué muchas veces, pero como persona nunca. Siempre fui leal y transparente.
Miguel Calero
Aprende que el que da con una mano recogerá siempre con las dos.
Og Mandino
Todo hombre tiene su propio mundo mental, su propio modo de pensar, sus propias formas de entender las cosas y sus propias maneras de actuar.
Swami Sivananda
El fascismo es el capitalismo, más asesinatos.
Upton Sinclair
Mientras más lo protege una, a la larga es peor para él, pues le impide desarrollar sus propias defensas.
Zenobia Camprubí Aymar