Considérese como cosa decidida que son distintos la fe y el saber y que, por tanto, no sabemos nada de Dios.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel
Ninguna sociedad puede prosperar y ser feliz si en ella la mayor parte de los miembros es pobre y desdichado.
Adam Smith
El acto autoritario se distingue de todos los demás por el hecho de que no encuentra oposición por parte de quien, o de quienes, es el destinatario. Lo que presupone por una parte, la posibilidad de una oposición y, por la otra, la renuncia consciente y voluntaria a la realización de esa posibilidad.
Alexandre Kojève
Cuando me hiciste otro, te dejé conmigo.
Antonio Porchia
¡La liberarás... Cuando llegues a comprender que yo seré tu mujer única o no seré tu mujer!
Arthur Miller
Una de las cosas más terribles en el mundo occidental, y en este país en particular, es la cantidad de gente que cree en cosas que son científicamente falsas. Si alguien me dice que la Tierra tiene menos de 10.000 años, en mi opinión debería ver a un psiquiatra.
Francis Crick
Las deudas son como cualquier otra trampa en la que se es muy fácil caer, pero de la que es dificilísimo salir.
George Bernard Shaw
Siembra buenas acciones, y recogerás el fruto de ellas.
Helena Blavatsky
Quien ha sabido preservar su decoro sabe lo que vale el ajeno, y lo respeta.
José Martí
No soy ni primer ministro, ni presidente, ni rey. No ocupo ningún cargo en Libia. Es por ello que no tengo que renunciar a ninguna función.
Muamar el Gadafi
La verdad y el error, la certeza y la duda, no son sino palabras huecas como pompas de jabón.
Omar Jayam
Es el espíritu y no el cuerpo el que hace una unión duradera.
Publilio Siro
No sólo puede odiar aquello que trae muy dentro de sí, aquello que es muy propio.
Ricky Martin
La carretera hacia la libertad pasa por el dolor de la muerte.
Theodor Körner
La ociosidad es la madre de la filosofía.
Thomas Hobbes
Ahora, más que la tarde anterior, no podía pensar en nadie con quien compararla a ella. Se había vuelto absoluta, más allá de toda comparación. Se había vuelto decisión y destino.
Yasunari Kawabata